Científicos de América Latina piden prohibir el glifosato

Denuncian los graves efectos dañinos que produce el herbicida

Asunción, 8 de octubre 2018 (BASE-IS) La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina (UCCSNAL), publicó días atrás una nota en la que realiza un llamado a las autoridades y pueblos de los países latinoamericanos para que se prohíba el uso del glifosato. Según indica la coalición científica el pedido se basa “en el aumento de las evidencias de los graves efectos dañinos que este herbicida ocasiona en la salud humana y en especies claves para el equilibrio ecológico”.

la muerte de Fabián Tomasi y la condena contra Monsanto en el caso del jardinero estadounidense Dewayne Johnson son los hechos recientes que cita la misiva como elementos resaltantes para solicitar el fin del uso del glifosato, el agrotóxico más utilizado en la región.

Fabián Tomasi, fallecido recientemente, desarrolló una Neuropatía Tóxica por el contacto constante con el glifosato; durante años se dedicó a la carga de agrotóxicos en los aviones de fumigación en Argentina. “En los últimos años de su vida, Fabián se convirtió en un símbolo latinoamericano de la lucha contra Monsanto y el glifosato, y se dedicó a generar conciencia sobre el peligro de la utilización de herbicidas en la agricultura” indican los científicos.

Mientras el caso el jardinero estadounidense Dewayne Johnson, “fue diagnosticado con linfoma No-Hodkin después de años de aplicar los herbicidas RoundUp® y Ranger Pro® en una escuela, por lo que demandó a Monsanto”. La Corte de San Fracisco, EE.UU, falló a favor de Johnson, “lo cual ha generado una esperanza de justicia a miles de personas enfermas y sus familias en Estados Unidos, que han demandado a Monsanto por comercializar los herbicidas con glifosato” señala la misiva.

La UCCSNAL denuncia que en países como Argentina, Brasil y Paraguay, existen registros de tasas elevadísimas de cáncer, linfomas, leucemias, enfermedades autoinmunes, malformaciones genéticas y otras enfermedades en personas que habitan las comunidades “rodeadas por campos de soja transgénica, donde se realizan aplicaciones aéreas intensivas de glifosato y la mayor parte de las veces sin aviso previo”.

En su nota la Unión de Científicos rechaza que los pueblos de América Latina sigan siendo fumigados con glifosato a pesar de que en el año 2015, la Agencia de Investigaciones del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (IARC), organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que el glifosato es una sustancia “probablemente carcinogénica” para los humanos. Agregan tambien que en dicho informe se “añade que hay fuertes evidencias de que la exposición a las formulaciones basadas en glifosato son genotóxicas; puede haber daños cromosómicos en las células sanguíneas; y que el glifosato y el ácido aminometilfosfónico (AMPA, producto de degradación del glifosato) inducen procesos de estrés oxidativo que pueden provocar muerte celular y disfunción tisular”.

Además de los daños a la salud humana los científicos advierten que existen estudios que demuestran que el glifosato afecta a la flora silvestre, incluyendo las especies que son esenciales para la polinización, así como a microorganismos del suelo que participan en el ciclo de algunos nutrientes. “Por si no fuera suficiente, hay evidencia científica de que el glifosato persiste en los suelos agrícolas, alcanza los cuerpos de agua, también se dispersa a través de la lluvia, y sus residuos permanecen en los cultivos, llegando así a los alimentos que consumen personas aún a grandes distancias de los campos de cultivo” advierten.

“A partir de la evidencia social y científica irrefutable, la UCCSNAL demanda a los gobiernos de América Latina, los parlamentos nacionales y regionales, que se tomen las medidas administrativas y jurídicas necesarias para que se prohiba el uso del glifosato en la región” señala el texto difundido en diferentes plataformas informativas.

Como cierre la UCCSNAL hace “un llamado a la sociedad civil y las organizaciones y movimientos sociales para que promuevan acciones conjuntas en defensa de los derechos a la salud, al medio ambiente sano, a la alimentación inocua y culturalmente adecuada en pro de una América Latina Libre de glifosato y otros herbicidas altamente tóxicos”.

En Paraguay, el glifosato es utilizado en cerca de tres millones y medio de hectáreas sembradas con soja trangénica, con un volumen de importación que en 2016 rondaba las 11 mil toneladas del producto. El uso de agrotóxicos creció exponencialmente en el país desde la aparición de los cultivos trangénicos, pasando de 8 mil toneladas de veneno usados en 2009 a más de 45 mil toneladas que se utilizaron en 2016.

En promedio cada paraguayo “consume” 6.5 litros de agrotóxicos por año. El uso intensivo de los venenos, y particularmente del glifosato, ha dejado varios casos de intoxicación en el país; el caso más recordado es el del niño Silvino Talavera, ocurrido en el año 2003, quien falleció días después de haber sido afectado por la fumigación con glifosato que realizaba un sojero en la zona de Itapúa.

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