El distrito perdió más del 40% de su masa boscosa en 15 años.
Asunción, 23 de noviembre de 2018 (BASE-IS). Según el estudio sobre problemas ambientales elaborado por la Alianza por el cumplimiento local de leyes ambientales, entre el año 2000 y el 2015 el distrito de Capiibary perdió alrededor de 15.000 hectáreas de bosques. El análisis presentado recientemente revela que la mayor parte de la deforestación se dio a causa del avance de la ganadería intensiva y del cultivo mecanizado de soja y otros productos de agraoexportación.
“De acuerdo con registros del Instituto Forestal Nacional (INFONA), en el año 2000, el área de cobertura boscosa llegaba a las 33.787 Has; sin embargo para el año 2015, dicha extensión boscosa, se había reducido a aproximadamente 18.939 Has” señala en referencia al Distrito de Capiibary el Estudio elaborado por el Ingeniero Carlos Mora Stanley para las organizaciones componentes de la Alianza. La pérdida de esta masa boscosa representa una reducción equivalente al 43,9% con respecto al año 2000; “lo cual representa, una superficie total deforestada de más de 14.848 Has, es decir, un promedio de casi 1.000 Has deforestada por año, para el periodo 2000-2015” indica el documento.
Según el análisis existen diferentes formas de deforestación en el Distrito, por un lado la llevada adelante por familias campesinas que derriban unos pocos árboles a fin de hacer habitables y productivos sus lotes, manteniendo el resto del área boscosa; por el otro la deforestación llevada adelante por ganaderos y productores de cultivos mecanizados que arrasan totalmente con la masa boscosa dejando al suelo absolutamente desprotegido, a fin de garantizar el paso de maquinarias y convertir el terreno en una zona apta para pasturas o cultivos extensivos.
“Los procesos de deforestación, destinados a lograr espacios destinados a la implantación de pasturas o la agricultura mecanizada, implica necesariamente, la eliminación o remoción de toda cobertura en el área, con lo que se impide la regeneración natural, como consecuencia de la intervención de las maquinarias, las cuales realizan una remoción cuasi total de las cobertura natural, de modo a que, posteriormente, se pueda permitir la aplicación de técnica de la agricultura mecanizada” apunta en este sentido el estudio de Mora Stanley.
El mismo estudio analizó la presencia de cultivos extensivos y bosques en el distrito de Capiibary mediante imágenes satelitales actualizadas, este relevamiento de datos resulta aún más preocupante ya que según se concluye los cultivos extensivos, principalmente soja, ocupan 16.405 Has mientras que los bosques se han reducido a 11.457 Has. Es decir entre los años 2015 y 2018 se habrían perdido unas 7 mil hectáreas de bosques, más de dos mil hectáreas por año.
El avance del agronegocio y los graves efectos ambientales que genera en el Distrito llevaron a la movilización de los vecinos y pequeños productores campesinos. Desde el año 2017 Capiibary cuenta con una resolución que impide la fumigación con agrotóxicos y protege la agricultura familiar campesina; si bien anteriormente existían legislaciones locales similares, las mismas no eran respetadas debido a la falta de control social y de las autoridades.
Actualmente unas ocho compañías del Distrito de Capiibary se encuentran en resistencia contra el avance de la sojización, protegiendo sus territorios y exigiendo el cumplimiento de las normativas ambientales nacionales y locales contando con el apoyo de algunas autoridades de la zona; sin embargo mediante la violencia y la criminalización los grandes productores de soja han intentado avanzar sobre el territorio campesino, apoyados por el Ministerio Público que imputó a más de 30 líderes comunitarios por la lucha que llevan adelante.
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