El presidente del Banco Mundial ha firmado un documento emitido durante las sesiones del IV Foro Mundial del Agua realizado en Ciudad de México entre el 16 y el 22 de marzo del corriente año. El mismo expresa que dicha institución facilitará préstamos para servicios de agua sólo si el servicio se privatiza. Además establece que el país que se niegue a ello verá recortados los créditos para otras inversiones en el sector público.
Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo según la revista Forbes, ha participado en el Foro explicando la necesidad de gestionar el servicio desde un organismo independiente del Estado, y con tarifas que permitan el pago directo de los costos. Slim ha sido recibido recientemente por el presidente Nicanor Duarte en Mburuvicha Róga, a quien ha manifestado su interés por realizar inversiones en el sector de aguas.
A partir del Foro, el poder económico ha lanzado una segunda ofensiva para crear aliados políticos que den vía libre a las privatizaciones. Esta fase es la continuación de un período de «stand by» al que se ha llegado luego de desastrosas experiencias como las de Bolivia y Argentina. En este debate, parecería estar de más reconocer que el agua es un derecho humano y que el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales la reconoce como un bien social y cultural antes que económico; para el capital es fuente inagotable de acumulación.