De nuestras consideraciones:
La Alianza por la Biodiversidad en América Latina y la Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) queremos expresar a usted nuestra profunda preocupación por la resolución hecha por su ministerio a través de la cual declara de interés estratégico la experimentación con semillas de maíz transgénico, lo que permitirá la realización de ensayos de estas semillas en el territorio paraguayo.
Aunque los ensayos van a ser hechos bajo la supervisión del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), hay una basta información científica que demuestra que una vez en el campo, es imposible detener la contaminación genética del maíz transgénico hacia variedades convencionales, criollas y tradicionales, pues el maíz es una especie de polinización abierta.
Al respecto, podemos mencionar los estudios hechos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT) y más tarde un artículo revisado por pares en la revista científica Nature donde se demostró que las variedades de maíz de los estados mexicanos de Oaxaca y Puebla habían sido contaminadas por ADN proveniente de maíz modificado genéticamente, y un trabajo más reciente de José Antonio Serratos y George Dyers y coordinado por Elena Álvarez Buylla de la UNAM. Está además el estudio de doctorado de Rosa Binimelis quien encontró contaminación del maíz en el Estado Español.
La contaminación se puede producir en diferentes etapas de la cadena alimentaria: desde la semilla a la contaminación durante el cultivo por polinización entre campos, el transporte, el almacenaje de granos o durante las etapas de procesado. Al respecto la organización estadounidense Union of Concern Scientists presentó un informe donde se muestran altos porcentajes de las semillas convencionales de maíz (incluyendo semillas fundacionales) contaminadas con ADN transgénico.
Estos ensayos pondrían en riesgo las variedades nativas de maíz que han sido seleccionadas y mejoradas por comunidades campesinas e indígenas usando criterios culturales y ambientales, lo que atentaría directamente sobre la soberanía alimentaria y cultural de las comunidades paraguayas. El Paraguay es uno de los países de Latinoamérica donde el maíz nativo forma parte de la base alimentaria de la población, tanto campesina, indígena y urbana.
Por tal motivo, y haciéndonos eco de las precocupaciones de la Campaña Nacional contra el maíz transgénico en Paraguay, pedimos a usted muy respetuosamente, que revise su decisión.
14 de septiembre 2010