Asunción, 23 de mayo 2025 (BASE-IS) Las recientes inundaciones y lluvias en diversas zonas de la Región Occidental has dejado en claro el proyecto que el gobierno tiene para el Chaco. Los megaproyectos y grandes inversiones son para el extractivismo mientras que las comunidades indígenas y paraguayas soportan los impactos de los fenómenos climáticos extremos sin un acompañamiento adecuado.
Mientras el gobierno presenta al Chaco como el territorio donde podrán desarrollarse proyectos extractivistas a gran escala e impulsa grandes obras de infraestructura para la circulación de mercancías, las recientes inundaciones dejaron, una vez más, en una situación de extrema vulnerabilidad a las comunidades locales, particularmente a la población indígena. Las denuncias que llegan desde estas comunidades indican que muchas de ellas debieron soportar semanas de aislamiento por el mal estado en que se encuentran los caminos; las lluvias y crecidas impiden que los pobladores puedan salir a trabajar o realizar labores de recolección por lo que la falta de alimentos es una realidad que golpea con fuerza.
René Alfonso, antropólogo y trabajador social que reside en la zona, señala que las lluvias fueron atípicas e inundaron varias zonas del Chaco, principalmente fueron afectadas las comunidades indígenas ubicadas en la ribera del Río Pilcomayo y también la ciudad de Mariscal Estigarribia. “La situación fue grave y la ayuda tarda en llegar, además, los kits de alimentos que envía el gobierno a las comunidades son para apenas unos días y luego la situación de emergencia continúa” indicó.
Alfonso señaló también que la Comunidad Indígena Santa Teresita, ubicada en Mariscal Estigarribia, quedó prácticamente en una palangana a causa de la construcción de las rutas conectoras al Corredor Bioceánico esto derivó en que la comunidad aún siga anegada ya que no se previeron canales para desagotar el agua que se acumula en su territorio con las lluvias. Finalmente, René Alfonso señala que en los próximos días las aguas volverían a su nivel habitual pero los cultivos de las comunidades se perdieron con la inundación y no tendrán posibilidad de cosechar prácticamente nada por lo que la situación continuará siendo grave.
Por su parte Guillermo Achucarro, Ingeniero Ambiental e investigador, indicó que es fundamental reforzar la inversión en sistemas de alerta temprana a fin de tener posibilidades de enfrentar las consecuencias de estos fenómenos climáticos con mayor preparación. “Particularmente en las zonas del Chaco habría muy pocos datos respecto a mapeos de riesgos de inundación, sería un estudio hidrológico que permita identificar las zonas que con la infraestructura actual podrían ser afectadas por inundaciones, esto también sirve para desarrollar un sistema de alerta temprana para reducir los impactos de las catástrofes” señala.
La falta de planificación adecuada y de ordenamiento territorial real son otros elementos que contribuyen a que el impacto de las catástrofes climáticas golpee con mayor fuerza a las comunidades vulnerables en opinión de Achucarro.
Mientras el gobierno retacea recursos para la asistencia a las comunidades, la construcción de caminos comunitarios de todo tiempo y la atención a las necesidades básicas de la población chaqueña, particularmente la indígena, continúa promoviendo al territorio chaqueño como espacio para el agronegocio y el extractivismo, destinando enormes recursos financieros a obras de infraestructura que servirán principalmente a este sector.
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