EXPRESAMOS que nuestra población joven, mayoritaria, debe ser protegida y promovida con instrumentos como la Convención Iberoamericana de los Derechos de la Juventud, la Ley de Juventudes, y Políticas Públicas de Juventud, todos ausentes en nuestro país aun tras más de veinte años de apertura democrática.
NECESITAMOS la ratificación de la Convención porque sienta bases para políticas urgentes y necesarias tanto en zonas urbanas como rurales, y atiende a miles de jóvenes excluidos por cuestiones sociales, políticas, económicas, y culturales en Paraguay.
DENUNCIAMOS que la falta de Políticas Públicas de Juventud contribuye a la descoordinación entre las instituciones del Estado, evitando que atiendan de manera integral la diversidad de expresiones juveniles, socio-políticas y culturales; eleva la tasa de muerte materno-infantil; fomenta embarazos precoces y adolescentes como causa de desinformación y violencia sexual; aumenta el desempleo y explotación laboral; incrementa la repitencia y deserción escolar; incentivan la marginalidad y criminalidad; y acrecientan enfermedades crónicas y agudas que afectan a las personas jóvenes.
ACLARAMOS que la ratificación de la Convención no afecta ni trata sobre la patria potestad ni la mayoría de edad, las cuales están establecidas por leyes de orden público que sólo pueden ser modificadas por otras leyes similares. Ninguna convención puede imponer cuestiones de orden público y la Convención no lo hace en ninguno de sus artículos.
INSTAMOS a recordar que ninguna creencia religiosa conoce todos los senderos para la realización plena, que si así fuera todas las personas pertenecerían a esa creencia, que la coexistencia de múltiples creencias contrapuestas (religiosas o no) refleja nuestra diversidad, y que la elevación de preceptos de una creencia al rango de Ley impide a las personas perseguir su felicidad.
RECHAZAMOS que grupos fundamentalistas, incapaces de convencer a individuos libres, pretendan obligar a aceptar sus ideas eliminando el disenso a través de la Ley, desinformando, promoviendo el odio, y contrariando la separación de Iglesia y Estado establecida en la Constitución Nacional de 1992.
EXIGIMOS a diputados y diputadas, que legislen sobre los intereses generales de todas las personas, no sobre cuestiones del ámbito privado, y ratifiquen la Convención Iberoamericana de los Derechos de la Juventud. Paraguay necesita un ordenamiento jurídico y político que atienda las realidades de la diversidad socio-política y cultural de las personas jóvenes, en todos los ámbitos del territorio y en todas las dimensiones de la vida humana.
Asunción, 26 de octubre de 2010.
Cepjo Centro de Promoción Joven
Las Ramonas, organización de feministas Jóvenes
Mujeres de la Tierra
Estación A Núcleo Cultural
Compañía Estación Danza Teatro.
Juventud Comunista Paraguaya
Estudiantes de Trabajo Social UNA.
Centro Juvenil Regional de ASAGRAPA Asociación de Agricultores del Alto Paraná.
CONNAT´s Coordinadora Nacional de Niños/as y Adolescentes Trabajadores.
Movimiento por un Estado Laico y Progresista en Paraguay.
Contactos:
Mirta Moragas (Las Ramonas) / 0981 901065
Marcia Mendienta (Mujeres de la Tierra) / 0982 308101.
El comunicado por la ratificación como una cuestión prioritaria en nuestro país. El mismo fue firmado por varias organizaciones juveniles y sigue abierto a más adhesiones por parte de otras organizaciones interesadas en apoyar ésta iniciativa.