Se trata de la comunidad de Santo Tomás, donde una avioneta sojera habría fumigado sobre las casas indígenas como represalia por un desalojo fallido en 2009
Alrededor de120 familias ava guaraní viven en Santo Tomás, distrito altoparanaense de Itakyry, en unas 2.635 hectáreas. Tan sólo una pieza del gran rompecabezas de tierras que en el pasado perteneció a la Industrial Paraguaya.
En noviembre de 2009, las cinco comunidades indígenas repelieron un desalojo por parte de sojeros brasileños y paraguayos que, título en mano y el discurso de modernidad en la boca, aseguraban ser los dueños genuinos de las tierras.
Horas después una avioneta agrícola sobrevolaba las aldeas ava guaraní y, según relatos, las pulverizó con algún líquido. Al instante empezaron los malestares, náuseas… lo que sugiere que se trataba de alguna sustancia tóxica utilizada en el agro.
Una comitiva interministerial -Salud, INDI, Niñez, Medio Ambiente, Acción Social, Emergencia Nacional, Interior- visitó la comunidad y escuchó a sus pobladores/as, y constató la destrucción parcial del cementerio y la escuela indígenas y violaciones de normas ambientales en el lugar por parte de los colonos.
Volviendo al conflicto de tierras, el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) mostró títulos de haber comprado las tierras en disputa. Se trata de un caso más de doble venta de propietarios anteriores.
En la Justicia
En 2010 se conformó una Comisión mediadora para estudiar la validez de los títulos de una y otra parte, y hace unos días, la misma concluyó que de las 2.638 hectáreas, unas 1.165 pertenecerían con más razón al INDI, es decir, a los ava guaraní. Mientras que el resto, serían unas 1.473, a los sojeros, explica el abogado Aníbal Alfonso, de la Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena-CONAPI.
Sin embargo, la mediación estudió sólo la calidad de uno y otro título, no el derecho de posesión de las tierras. La posesión está judicializada y Alfonso explica que presentó tres figuras judiciales en favor de los ava guaraní: interdicto(definir la posesión), prohibición de innovar (de entrar al inmueble a los sojeros) y nulidad de títulos(de los sojeros).
También señaló que la publicación del diario Última Hora, del martes 21 de febrero último, es completamente tendenciosa y manipulada. El titular reza Indígenas deben dejar tierras porque colonos tienen títulos. Y en ningún momento el periodista Édgar Medina habla de los títulos del INDI ni del proceso por el derecho de posesión que sigue su curso.
Señaló que todos los artículos relacionados a la posesión de tierras de sectores populares son tendenciosos en muchos medios de comunicación, y en ese sentidos estos sectores son víctimas de la manipulación.
Agregó que lo que concluyó la mediación propone tres alternativas: que el INDI compre las tierras cuyos títulos dan la razón a los sojeros y los entregue a los indígenas; que el Estado les ofrezca otras tierras a los sojeros a cambio de éstas o que los indígenas sean reubicados en otras tierras.
No hay peligro de desalojo para la comunidad, porque está judicializada la posesión, insistió. Explicó que el interdicto está en Segunda Instancia de la Justicia de Ciudad del Este, luego de perder en la primera en un fallo arbitrario. Y las otras dos figuras, prohibición y nulidad, están en Primera Instancia en el Palacio de Justicia de Sajonia.