Asunción, 16 de abril del 2020 (BASE-IS) En 1996, durante la Segunda Conferencia de Vía Campesina, se instituyó el 17 de abril de cada año como el Día Mundial de la Lucha Campesina como una forma de honrar la muerte de 19 trabajadores sin tierra que murieron durante una masacre en Eldorado Dos Carajás, Brasil. Este año la conmemoración encuentra al mundo en una situación particular, la Pandemia de Coronavirus ha paralizado a gran parte de la población, y el trabajo de las y los campesinos se ha vuelto fundamental para alimentar al mundo.
“¡En tiempos de pandemias, campesinos/as unidos/as alimentamos los pueblos!” proclama el pronunciamiento de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas expresión de La Vía Campesina en América Latina y el Caribe. La CLOC señala que la propagación del COVID-19 y sus consecuencias en la gente solo desvela los efectos del capitalismo que con sus políticas globalizadas han provocado el desmantelamiento institucional de los Estados y la privatización de los derechos humanos en la región y agregan que en América Latina y el Caribe, la emergencia sanitaria “ha ensanchado la brecha de desigualdad social, aumentando además la inseguridad alimentaria, el despojo de los bienes comunes y el aumento de la violencia hacia las mujeres”.
La organización internacional plantea la necesidad de fortalecer la producción familiar campesina y agroecológica, así como su comercialización, distribución justa y equitativa. Además los campesinos y campesinas organizados señalan que “ahora es el momento para la implementación de la Declaración de los Derechos Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales. La adopción de la Declaración enriquece el sistema de derechos humanos, logrando poner el debate democrático de los Estados por encima del lobby y los intereses del capital
En Paraguay las organizaciones campesinas han realizado diversas donaciones de productos alimenticios a familias de escasos recursos que se encuentran atravesando por una situación de emergencia alimentaria ante la paralización de la economía a causa de las medidas de aislamiento social que buscan reducir el impacto de la pandemia de Coronavirus. Alrededor de 20 donaciones de miles de kilos de alimentos producidos en las huertas campesinas han sido distribuidos a los sectores más vulnerables de la población y en muchos casos han sido la única fuente de alimentos ante la falta de asistencia estatal.
Las organizaciones campesinas de Paraguay, en el marco de la crisis desatada por las medidas de emergencia ante el Coronavirus, insisten en la necesidad de llevar adelante una reforma agraria integral que garantice el acceso a tierra y condiciones adecuadas para la producción campesina que permitan que los agricultores y agricultoras continúen produciendo alimentos para abastecer a las familias paraguayas
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