Asunción 16 de agosto 2022 (BASE-IS) Paraguay conmemora en la fecha el Día del Niño, la ocasión es propicia para poner la lupa sobre la situación de la niñez rural afectada fuertemente por los efectos del modelo productivo excluyente que prima en el campo paraguayo. La pobreza y las fumigaciones a escuelas rurales son dos realidades que golpean a niños y niñas del campo.
Según datos publicados en al fecha por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) al menos el 43% de los niños y niñas del campo viven por debajo de linea de la pobreza. Los resultados provienen de la Encuesta Permanente de Hogares Continua del año 2021 ejecutada en el último trimestre (octubre a diciembre) e indican que 11 de cada 100 niños viven en pobreza extrema en el campo paraguayo.
Estos datos muestran que más de 432.000 niños y niñas campesinos e indígenas viven en situación de pobreza y pobreza extrema en el campo, en contradicción con el discurso de los voceros del agronegocio que se autoproclaman como productores de riqueza y alimentos.
Fumigaciones
A esta realidad se suma el drama de las fumigaciones con agrotóxicos en Escuelas Rurales que afectan a más del 20% de los estudiantes de dichas unidades educativas. Según el libro Agronegocios y Escuelas Rurales recientemente lanzado por BASE-IS y que recoge datos de 357 escuelas ubicadas en áreas rurales de la Región Oriental estas escuelas cuentan con cultivos que son fumigados frecuentemente con agrotóxicos a menos de cien metros de distancia.
Según las encuestas realizadas para la elaboración del libro, el 65% de las personas respondieron que los niños y niñas son los principales afectados por las fumigaciones con agrotóxicos.
Al respecto la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que “los plaguicidas altamente peligrosos pueden causar efectos tóxicos agudos o crónicos, y plantean riesgos específi cos para los niños. El uso extendido de estos productos ha causado problemas de salud y muertes en muchas partes del mundo”. Por su parte, expertos de la OIT señalan que “los niños son más vulnerables que los adultos a la exposición a sustancias tóxicas por diversos motivos. Los niños tienen menor tolerancia a estas sustancias, ya que respiran, comen o beben más en relación a su peso corporal. Su capacidad de eliminar las toxinas también difiere de la de los adultos. La exposición a químicos peligrosos y pesticidas puede afectar seriamente su desarrollo físico y neurológico”.
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