La Cámara de Diputados rechazó ayer por 52 votos contra 2 la ratificación de la Convención de Badajoz, que busca reconocer de manera explícita los derechos de los jóvenes. Hay indignación en el sector afectado.
La Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ), que fue firmada por 22 países de Iberoamérica, ya contaba con la ratificación de la Cámara de Senadores. Ayer, el tema fue tratado por la Cámara de Diputados, donde solo dos de sus miembros votaron a favor de su ratificación: Aída Robles (Tekojoja) y Víctor Ríos (PLRA). Ahora el proyecto de ley de ratificación regresa a la Cámara de Senadores, donde se deberá estudiar esta decisión.
El Gobierno aboga a favor de la ratificación de la convención con el argumento de que se trata del primer tratado del mundo que hace un reconocimiento explícito de los derechos de los jóvenes y que permitirá acceder a recursos que para el sector juvenil son magros, ya que el Viceministerio de la Juventud cuenta con un presupuesto anual inferior a los 480 millones de guaraníes.
El rechazo a esta ratificación se produce después de una fuerte campaña de los sectores más duros de la Iglesia Católica, como la Federación de Asociaciones por la Vida y la Familia, y de movimientos evangélicos. Estos organizaron actos públicos en contra de la convención e instalaron la idea de que modifica la mayoría de edad, vulnera el derecho de los padres a la patria potestad y atenta contra el concepto tradicional de familia.
Debate
El debate en la Cámara de Diputados no duró media hora. Unos de los intervinientes fue el diputado Carlos Liseras (ANR). Este convenio tiene muchos aspectos oscuros en lo que se refiere a la identidad de los jóvenes, en lo que se refiere a la libertad. Tiene mucha relación con el marco rector pedagógico que en estos momentos está en estudio en nuestro país y da una amplia libertad a los jóvenes, que desde mi punto de vista no tienen todavía la capacidad de discernir sobre algunos puntos: por su corta edad, por su poca preparación en algunos aspectos, argumentó.
Para el diputado Carlos Soler, el convenio genera gran confusión e incluso mencionó que algunos de sus planteamientos son muy peligrosos.
En cambio, la diputada Aida Robles defendió la ratificación y señaló que era necesario un análisis bien minucioso para que la gente entienda bien de qué se trata la convención y no se confunda a la ciudadanía. No es que viene a imponer cosas, sino a ratificar y reivindicar derechos fundamentales, inalienables de todo ser humano ante lo cual no podemos encontrarnos indiferentes o ajenos.
Indignación
Conocida la noticia, el Viceministerio de la Juventud y varias organizaciones juveniles manifestaron su indignación por lo que consideran una decisión basada en falacias, que resulta en la negación de derechos fundamentales para los jóvenes.
Manifestamos nuestra decepción, indicó Johanna González, representante de jóvenes universitarios, quien considera que la decisión fue tomada con base a falacias difundidas por grupos reaccionarios. En ningún momento se habla de disminuir la mayoría de edad, señaló.
Por su parte, la viceministra de la Juventud, Diana García, señaló que se trata del triunfo de una postura oscurantista. Después nos preguntan por qué los jóvenes no participan, cuando medidas como estas se les cierran las puertas, dijo.
El abogado del Viceministerio, Gustavo Reinoso, indicó que la decisión se tomó con base en falsedades como que se adquiriría la mayoría de edad a los 15 años, cuando la Constitución y las leyes establecen que se produce a los 20 años y eso no puede ser modificado por una convención.
Fuente: http://www.abc.com.py/
Ver también: http://www.ultimahora.com/