Tras el golpe de Estado el gobierno de facto de Federico Franco flexibilizó las normas de bioseguridad y liberó seis nuevos cultivos transgénicos entre julio y octubre últimos. Otros dos del mismo paquete no lograron su aprobación, uno por la investigación que en Francia demostró que su consumo generaba tumores y enfermedades degenerativas en ratas.
Las seis semillas aprobadas en 2012 fueron Bt y Bt RR de algodón y VT3Pro, Bt11, Mon810 y TC1507 de maíz, beneficiando a las corporaciones Monsanto, Syngenta, Dow y Pionner-Agrotec, además de sus contrapartes nacionales.
El gobierno de Franco pospuso la liberación del maíz NK603 por la presión nacional e internacional, luego de que el doctor francés Gilles-Eric Seralini difundiera los alarmantes resultados de pruebas laboratoriales con el mismo cultivo.
Al comenzar este 2013 la firma Monsanto presionaba a través de distintas maneras sobre la aprobación de este maíz, argumentando que era un cultivo complementario con otro ya aprobado (el VT3Pro), en cambio evitando explicar sobre los estudios en Francia.
En esa misma dinámica, presionaba para la liberación comercial de la segunda especie de soja transgénica para el país, una versión recargada de la que funciona en base al herbicida glifosato, la más extendida por todo el Cono Sur. Este cultivo, llamado BtRRY2 o simplemente Intacta, también incorpora la tecnología de bioinsecticida a la planta a través del Bacilo Thuringiensis. Finalmente sería liberada el 11 de febrero de 2013.
Todos estos cultivos aprobados en 2012 y aprobándose en este año forman parte de una lista mayor de 22 cultivos transgénicos(incluye algodones, sojas y maíces) que el sector del agronegocios intentará introducirlos al país en los próximos meses.
Esta lista la dio a conocer el 9 de setiembre último el diario ABC Color, vocero del sector, y uno de los pocos que sortea el secretismo informativo del Estado que blinda cada nueva aprobación, con la excusa de la confidencialidad y derechos intelectuales de las corporaciones.