El día 9 de abril del corriente, el diario ABC color publicó como tapa – mostrando fotos de gansos – una noticia haciendo referencia a que el avance del agro no es el gran causante de la crisis climática, exponiendo de esta manera un nuevo nivel de negacionismo. Presentamos algunos elementos para analizar la crisis climática haciendo hincapié en el sistema agroindustrial.
Descensos provisionales
Mucho se habla de que a partir de la crisis del coronavirus hubo un 25% de reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), por sobre todo luego de que los grandes países como China entren en una cuarentena total. Lauri Myllyvirta, de CarbonBrief, advierte que este recorte de las emisiones de China será con toda probabilidad sólo un efecto temporal, hasta que el país recupere su actividad habitual[1].
La reducción del consumo de carbón y petróleo muestra una reducción de, al menos, “un 25% de las emisiones con respecto al período comparable el año pasado”, equivalente a una reducción del 6% de las emisiones mundiales durante el período, señala el estudio.
“Utilizar el elemento de reducción de gases en los últimos meses para concluir que el agro no tiene relación con el calentamiento global es sencillamente estéril, ya que no se analiza cuál fue la interacción de los GEI en la atmósfera, ni de donde ni como ocurrió esa reducción. El hecho de que el sector agroindustrial haya seguido en funcionamiento, y al mismo tiempo haya existido una reducción de gases, no implica que no tengan relación directa” sostiene el investigador Guillermo Achucarro, ingeniero ambiental.
La agroindustria y su contribución a la crisis climática
Según estudios oficiales las contribuciones agrícolas de GEI se sitúan en un aproximado del 11 al 15% [2] de las emisiones globales, sin embargo, “lo que normalmente no te dicen estos estudios es que la mayor parte de estas emisiones son generadas por las prácticas de cultivo industrial que se basan en fertilizantes químicos, con nitrógeno; maquinaria pesada que funciona con gasolina, y en operaciones industriales de crianza animal altamente concentradas que bombean a la atmósfera deshechos de metano” señala Achucarro.
El investigador añade que también debe tomarse en cuenta que el “cambio de uso de suelo y deforestación que son responsables de una quinta parte de las emisiones de gases con efecto de invernadero[3] según fuentes oficiales” y que es justamente la expansión de la frontera agrícola la principal causa de la deforestación, “y da cuenta de entre el 70 y el 90 % de la deforestación global[4]” concluyó.
“El Paraguay en particular ha sido un punto de conflicto en lo que a deforestación se refiere, especialmente en los últimos 30 años. Analizando el cambio que sufrió el uso de la tierra, específicamente en el Chaco, el aumento de las pasturas fue la causa principal del aumento de la deforestación en el Chaco. Se tiene un aproximado de 21.000 km2 de nuevas pasturas entre 1987-2012, la amplia mayoría de éstas ocurrieron entre el 2001-2012 (Bauman et al. 2017)[5], teniendo al Departamento de Boquerón con el mayor índice de crecimiento en este ámbito” señala Achucarro, agregando que en coincidencia con esta situación, según fuentes oficiales, el país duplicó la emisión de GEI entre 1990 y el 2015.
[1] https://www.carbonbrief.org/analysis-coronavirus-has-temporarily-reduced-chinas-co2-emissions-by-a-quarter
[2] El IPCC dice 10-12%, la OCDE dice 14% y el WRI dice 14.9%. Ver: IPCC, Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change. Chapter 8: Agriculture, OECD Trade and Agriculture Directorate, Climate change and agriculture, http://tinyurl.com/5u2hf8k
[3] Ver WRI, World GHG Emissions Flow Chart, y IPCC, 2004. Climate Change 2001: Working Group I: 3.4.2 Consequences of Land use Change.
[4] Ver FAO Advisory Committee on Paper and Wood Products – Sesión 49 – Bakubung, Sudáfrica, 10 de junio, 2008; y M. Kanninen et al., «Do trees grow on Money? Forest Perspective 4, CIFOR, Jakarta, 2007.
[5] Baumann et al. 2017. Deforestation and cattle expansion in the Paraguayan Chaco 1987–2012. Springer-Verlag Berlin Heidelberg
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