foto: RCC
Asunción, 1 de julio de 2019 (BASE-IS) Mario Abdo Benítez anunció la construcción de un nuevo puente que unirá a las ciudades de Carmelo Peralta, Chaco paraguayo, con Puerto Murtinho, Brasil; ese puente será el inicio del denominado Corredor Bioceánico que unirá los puertos brasileros ubicados sobre el Océano Atlántico con los puertos de Chile ubicados en el Pacífico. Por esta ruta transitarán los principales productos del modelo extractivista que rige a nivel regional, además Abdo señaló que el Chaco dejará de ser una zona de producción cárnica exclusivamente para convertirse en un lugar de “producción agrícola” y precisó que esto ya está aconteciendo.
Abdo Benítez brindó estas declaraciones al programa televisivo Señales horas antes de presentar su primer informe anual ante el Congreso Nacional; durante la entrevista el mandatario indicó que busca “Convertir a Paraguay en un centro logístico para la región y en un país aliado del capital”. Respecto a la Ruta Bioceánica señaló que “toda la producción va a pasar por esta ruta, porque el Chaco va a empezar a migrar de la producción cárnica a la producción agrícola, de hecho esto ya está ocurriendo”.
La construcción de esta mega obra apunta a profundizar el modelo extractivista en la región, destinando miles de millones de dólares a obras viales que sólo favorecerán a los sectores más poderosos y concentrados de las economías de los países del cono sur; minerales, commodities agrícolas y ganaderos serán transportados a lo ancho de la región garantizando “la extracción de recursos naturales en gran volumen orientados esencialmente a ser exportados como materia prima sin procesar o con un procesamiento mínimo1”
El anuncio del Presidente respecto a la incorporación de la agricultura extensiva en el suelo chaqueño coincide con la intención de los gremios del agronegocio de impulsar el cultivo de soja transgénica en la Región Occidental. Según declaraciones de referentes del sector para el 2030 pretenden cultivar unas 500 mil hectáreas de soja trangénica en el Alto Chaco.
El avance de las mega obras para favorecer al extractivismo y la presencia de la agricultura extensiva, con el uso de semillas transgénicas y de agrotóxicos pone en riesgo la sostenibilidad de de la frágil biodiversidad chaqueña, ya afectada por la deforestación diaria de unas 1.000 hectáreas de bosques, pudiendo acabar con la supervivencia cientos de especies que se han desarrollado a lo largo de muchísimos años en la zona. Las sojización y las obras pondrían también en jaque a las comunidades indígenas que permanecen en sus territorios ancestrales del Chaco afectando su modo de vida y el medioambiente en el que viven.
Según un análisis de la bióloga Nora Neris publicado en el informe Con la Soja al Cuello 2017, en la actualidad “el Chaco paraguayo ecológicamente posee un bajo estado de conservación y posibilidades de sostenibilidad a mediano y largo plazo, debido a que es sujeto de una alta conversión de los ecosistemas, principalmente en pasturas para ganadería y cultivos agrícolas intensivos” lo que podría agravarse aun más con la expansión de la soja en el suelo chaqueño.
1Gudynas, Eduardo
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