Asunción 9 de diciembre 2020 (BASE-IS) Desde el lunes el agua se convirtió en uno más de los productos que se tranzan en la bolsa de valores de Wall Street, este es un paso más en la definitiva privatización del agua y permitirá a las grandes empresas apoderarse de las reservas del líquido vital, comerciar y especular con ellas. La privatización del agua acarrea graves riesgos; en Paraguay leyes laxas permiten la explotación indiscriminada de las reservas de agua por parte de empresas privadas sin pagar absolutamente nada por su uso.
La agencia EFE reporta que el agua “comenzó el lunes a cotizar en el mercado de futuros de materias primas debido a la escasez de este bien, cuyo precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo, informó hoy CME Group. El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” Nqh2o, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que ayer cotizaba a unos 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos”.
De esta manera las concesiones llamadas “derechos de uso” del agua, podrán ser comercializadas en la bolsa, generando que grandes empresas puedan especular con ellas. Al ser un recurso estratégico este mecanismo pone en riesgo a los territorios donde existen reservas de agua ya grandes empresas, o incluso potencias mundiales, podrían intentar hacerse con estas reservas, tal como ocurriera con el petróleo.
En una nota al diario El País de España, Pedro Arrojo, economista y relator especial de la ONU para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, señala que “Estos intercambios de concesiones entran en flagrante contradicción con las bases con las que se administra un bien público, más que flexibilizar, esto es el libre mercado que hace negocio con el agua, de repente alguien hace dinero a base de vender un derecho que le ha dado gratis el Estado”. El 28 de julio de 2010, a través dela Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.
Según se recoge en el libro ¿De quién es el Agua? en Paraguay la Ley N° 3239 de Recursos Hídricos declara el acceso al agua potable como un Derecho Humano, sin embargo, nunca fue reglamentada y no define ningún gravamen a la extracción del agua para uso comercial, es decir, éstas pueden convertir el agua en mercancía y lucrar con su venta como bien de consumo, sin estar obligadas a ningún pago. Guillermo Ortega, investigador y autor del libro mencionado, señala que la falta de control y reglamentación, permitiría que las empresas tengan una “libre disponibilidad del agua, ya sea de los acuíferos o superficiales, para privatizarlas y exportarlas o comercializarlas en la bolsa y especular con eso”; esta situación representaría un grave riesgo para los territorios y para la propia vida.
Foto: @huerquenCenC
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