El modelo extractivista despliega su brazo minero y energético en el país

Los objetivos de Río Tinto en el país siguen avanzando como por un tubo con el gobierno de Franco. Ahora analizan el impacto ambiental para la instalación de la planta, en total secretismo para con la sociedad. Por otra parte, una empresa explorará un radio de 800 mil hectáreas en los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú buscando petróleo y gas.
Durante el mes de febrero hubo gran cantidad de informaciones sobre el avance de las negociaciones entre la transnacional de aluminio y el gobierno de facto de Franco. De los tantos datos podemos resumir tres más importantes.
Uno hablaba de que este mes de marzo arrancaba el análisis del impacto ambiental de la planta, otro de que el gobierno no solo estaba de acuerdo con la instalación de la planta, sino que hasta tenía la intención de formar parte del negocio, ocupándose de la construcción de las infraestructura complementaria en torno a la fábrica de aluminio y la última -nada nuevo- refería al hermetismo informativo que cubre las transnacciones. Este hermetismo, al avanzar las negociaciones, también avanza al parecer.
El gobierno de Franco significa un periodo de carnaval para las transnacionales, caracterizado por su avidez en entregar autorizaciones, liberaciones, resoluciones y decretos a cambio de hallar financiación para la desesperada campaña proselitista de su partido, se puede desprender de ciertos indicios.

Petróleo y gas
Esta vez los medios dejaron de hablar de empresas agujereando el Chaco para encontrar petróleo y gas, para poner el foco en los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú. Ya a estas alturas las poblaciones de estos departamentos estarán maldiciendo la riqueza de sus suelos, que atrajo a los sojeros del Brasil y ahora a empresas exploradoras.
Un total de 50 millones de dólares invierte la empresa Sabre para indagar si en los bajos suelos de la región hay yacimientos de ambos hidrocarburos. Los resultados se sabrán de aquí a tres meses. El total de la extensión a analizar es de 800 mil hectáreas.
Desde la lógica del actual modelo económico, Paraguay es un país resagado en minería, explicaba el embriólogo Andrés Carrasco en su última visita al Paraguay hace dos años. Sin embargo, dijo, no tardaría en desarrollarse también este tipo de proyectos, para completar así el circuito de apropiación de recursos naturales de los pueblos.

FOTO: Juan Pazos, negociador de Río Tinto ante el gobierno paraguayo (www.ea.com.py)

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