Unos 27 campesinos y campesinas del asentamiento 26 de febrero de Capi’ibary, San Pedro, entre ellos 4 estudiantes de 15 y 16 años, siguen detenidos/as 24 horas después de ser desalojados de la Estancia La Reina, denunciaron los afectados/as. Un niño de 5 años se habría perdido durante el procedimiento, cuando la policía entró violentamente a la casa y se llevó a sus padres.
Antecedentes
Las familias del asentamiento 26 de febrero decidieron ocupar hace casi un mes la estancia La Reina, separada tan sólo por una calle. El conflicto data de 2003 y las familias quieren hacer respetar su derecho a vivir en un ambiente saludable y acceder a un pedazo de tierra.
El establecimiento tiene unas 4 mil hectáreas, donde se producen los cultivos mecanizados de soja, y el rubro rotativo de maíz, con permanentes fumigaciones que afectan al asentamiento campesino. Pertenece, al parecer, al ciudadano brasileño Omar Mueller, que arrienda a su vez a su compatriota Celso Ferreira do Santos.
El año pasado inclusive se registraron fumigaciones aéreas, lo que motivó una denuncia formal de los vecinos ante la Secretaría del Ambiente (SEAM) y del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE).
Ambas instituciones enviaron sus fiscalizadores y aparentemente las denuncias siguen varadas en los departamentos jurídicos de ambas instituciones, según explicó el dirigente campesino Milciades Quintana.
La estancia estaría violando las normas fitosanitarias que establece la ley 3742/09 de agroquímicos, al no contar con barreras vegetales de protección ni con los 100 metros libres de cultivo mecanizado ante caminos y poblados. Los cultivos llegan hasta el borde de la calle, denuncian los campesinos y campesinas.
El referente agregó que hay tres puntos por los cuales decidieron ocupar la estancia: la degradación del medioambiente junto a los problemas de salud ocasionados por las constantes fumigaciones; la aparente condición de tierra malhabida de la superficie de la estancia, y el acaparamiento de tierras, que originalmente pertenecía a otro asentamiento campesino cercano, llamado Capi’ibary.
Desalojo
Hace 22 días las familias entraron a ocupar una franja de la estancia que reclaman, especialmente para unas 60 familias sin tierra. Se trata de un fragmento de 1000 x 4700 metros que incluye un arroyo, un río y humedales, según Quintana. La idea es obtener dichas tierras para las familias, además de frenar la degradación ambiental sobre las fuentes de agua.
Hacia las 2 de la madrugada del lunes 2 de abril, efectivos de la policía y de la policía montada se aprestaban en la estancia para efectuar el desalojo; a las 4 se llevó a cabo la operación, por lo que los/las ocupantes volvieron a su asentamiento, 26 de febrero. Sin embargo, hacia las 7 de la mañana, la policía entró violentamente al asentamiento, allanándolo casa por casa.
Según la denuncia del dirigente, a más de golpear, disparar y tirar gas lacrimógeno, los policías se robaron pertenencias de la mayoría de las casas, especialmente de las que tenían despensas. En ese proceso, una mujer que se interpuso para que no arresten a su esposo, tuvo que esquivarse para que no le dé en el cuello un cuchillo manipulado por el propio comisario de la comisaría de Capiibary, Edulfo Vera, explicó Quintana.
Siempre según el dirigente, otra mujer también habría sido víctima del desborde del comisario, quien supuestamente le apretó con el arma ya sin el seguro, ante lo que la afectada le desafió a que dispare.
Finalmente fueron arrestados 27 campesinos/as, y cuatro menores de edad. Estos últimos quedaron demorados en la comisaría local, mientras los 23 mayores de edad fueron trasladados a la comisaría de San Estanislao, para quedar a cargo del juzgado. Entre los trasladados se encuentra el comunicador Vicente Portillo, del Colectivo Audiovisual CLIP, que filmaba el desalojo, y a quien le retuvieron su filmadora y su cinta.
Durante el desalojo, del susto, un niño de apenas 5 años, se perdió, luego de huir de su casa en momentos en que la policía la allanaba y detenía a sus padres.
Hasta la mañana del martes, la policía seguía en el lugar, a modo de amedrentamiento, según Quintana.
FOTO: Ocupación campesina en San Pedro, a modo de ilustración.