Fuimos el único país de Latinoamérica donde las clases populares tuvieron activa participación en la revolución de la independencia.
El periodista y educador popular Bernardo Coronel habla sobre su libro recientemente editado Breve interpretación marxista de la historia paraguaya 1537-2011. Para él, el sujeto de cambio en el Paraguay es el campesinado, y para recuperar el protagonismo de antaño se debe estudiar más al Dr. Francia y a los López antes que a Marx o Lenín.
Lo que lo impulsó a redactar el libro es la falta de textos para los militantes campesinos e indígenas. Con él, además, busca apuntar hacia el esclarecimiento ideológico de la historia. Dice que después del 2008, hay mucha confusión en las organizaciones sociales y la historia puede ayudar a entender lo que pasa.
En estos momentos de crisis capitalista a nivel mundial, a nivel Latinoamérica y Paraguay, es muy importante el debate ideológico, para buscar salidas, dice. Lo que está pasando en el mundo hoy es la afirmación de la teoría marxista, asegura.
¿Qué de nuevo aporta tu libro?
Nuestra historia fue escrita por liberales y colorados. Sí hay aportes también de Óscar Creydt (líder del Partido Comunista). Este material entiende la historia paraguaya desde un análisis marxista, las contradicciones y las luchas populares. Intenta entender la historia desde el campo popular. Y es una visión histórica con claro posicionamiento ideológico.
El Paraguay tiene una sociedad anti-comunista, ¿Qué reacciones pensás que puede generar tu libro?
En estos casos un conocido me dijo Puede que te ataquen o que te ignoren, especialmente la prensa.
En ese contexto anti-comunista, de sociedad con prejuicios hacia cualquier idea de izquierda ¿qué puede aportar tu trabajo en este escenario? ¿Puede forzar algo?
En medio del contexto anticomunista, puede presentar un esclarecimiento ideológico. Este anticomunismo es una herencia de los gobiernos colorados, de persecución a los luchadores sociales. Eso se instaló en la sociedad, pero no solamente en la sociedad civil, también en las universidades, en los medios de comunicación y en la iglesia católica. En estas instituciones fue permeando este pensamiento.
Después del 2008 hay un ambiente mucho más democrático. La gente habla de marxismo, socialismo… Por más de que este gobierno no haya avanzado en lo social, el fenómeno es que se democratizó mucho más la sociedad paraguaya. Esto era impensable durante el estronismo…y durante los gobiernos colorados de la transición. Hoy se habla de esto en los medios de comunicación, bien o mal, pero está ahí, se nota.
También se ve que hay mucha ansiedad por saber: qué es el socialismo, el marxismo, el comunismo, en el movimiento popular.
¿Cuál momento de la historia es tu fuerte en el libro?
La época independiente es lo más importante. Me llevó mucho investigar. Es más importante por los avances que tuvo Paraguay en esa época. Paraguay fue el país más desarrollado del Cono Sur, tenía el parque tecnológico más grande y todo lo levantó sin deber un solo peso.
Esta fue la obra del pueblo paraguayo, no sólo de Rodríguez de Francia y de los López. Y ahora la prensa muchas veces nos dice que somos haraganes.
También me parece que es importante el igualitarismo francista. Hasta ahora la izquierda reivindica las ideas jacobinas del Dr. Francia. Él construyó el Estado igualitario basándose en la cultura guaraní, un Estado sin clases sociales.
Había una fuerza del campo popular en la cual se amparó Rodríguez de Francia. ¿Cómo hubiera podido Francia estar en el poder, si no tenía un apoyo popular tan importante?
El Paraguay es el único país donde las clases burguesas se alían con las clases populares. Es el único país de Latinoamérica donde las clases populares tienen activa participación en la revolución de la independencia.
¿Qué esperás del libro? ¿Cómo hacer para que llegue a la gente? ¿A través de docentes en las universidades y colegios?
Ojalá sea un texto oficial (se ríe). Veo difícil eso. La idea es que se pueda difundir desde las organizaciones sociales, como material de apoyo.
¿Qué pasará en 2013?
Hay una tendencia, a nivel continental, de ascenso de los movimientos populares. En 2013 puede ganar el Partido Colorado, pero el ascenso del movimiento popular no se va a frenar. La Historia se puede retrasar o adelantar, pero nunca detener.
El pueblo paraguayo camina hacia cambios más profundos. El triunfo de Lugo no fue el triunfo de él o de Tekojoja, sino el triunfo del movimiento popular.
¿Puede recuperar su antiguo protagonismo el pueblo paraguayo, especialmente el campesinado?
La base del poder del Dr. Francia la constituyeron principalmente los chacreros (campesinos e indígenas) y los pequeños artesanos urbanos. Hoy el contexto es muy diferente, el modelo agroexportador es muy agresivo y está expulsando al campesinado del campo. Va disminuyendo la población campesina, porque la soja y el ganado, para producir más, necesitan expulsar a los campesinos e indígenas de la tierra.
En esta situación, la correlación de fuerzas es favorable a los agroexportadores, y ellos tienen el poder. Los campesinos están en la indefensión total. La situación es bastante compleja para el campesinado.
En contrapartida, por eso, el campesinado es la principal clase que busca cambios, porque está amenazada con la desaparición como clase. Eso hace que el campesinado asuma un rol protagónico alternativo a este modelo económico vigente.
El sujeto de cambio en Paraguay es el campesinado, no son los obreros, sintechos, funcionarios públicos o comerciantes.
¿De qué elementos de la Historia se puede valer el campesinado para avanzar?
De la experiencia de Francia y de los López, es lo que más les va a servir. Acá en Paraguay no hay que estudiar tanto a Marx o a Lenín; hay que estudiarlo a Francia, a los López, principalmente a Francia. En nuestro país, en aquella época, se construyó una sociedad alternativa al capitalismo, y era el país de la abundancia.
¿QUIÉN ES BERNARDO CORONEL?
Es comunicador y educador popular con formación en antropología. Forma parte del equipo de educadores de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Paraguay (COCIP) y se desempeña como técnico de elaboración de proyectos.