Estados Unidos habría recomendado castigar a países que se opusieran a transgénicos

De acuerdo con uno de los cables diplomáticos recientemente hecho público por WikiLeaks, la embajada de Estados Unidos en París recomendó a su gobierno iniciar una ofensiva comercial contra los países de la Unión Europea que se negaran a apoyar los cultivos de alimentos genéticamente modificados.
La noticia refiere a la actividad de Craig Roberts Stapleton (embajador de los Estados Unidos en Francia) a fines de 2007 ante la Unión Europea.
Wikileaks revela aquí, a través de estos cables dados a conocer a principios de 2012, cómo Stapleton recomendó a la administración Bush que librase una guerra comercial contra los cultivos europeos, debido a algunas resistencias que encontró en la UE para con los alimentos genéticamente modificados (OGM).
El caso de mayor resonancia tuvo lugar cuando Francia propuso prohibir una variedad de maíz transgénico (‘MON810’) producido por Monsanto, En esa oportunidad Stapleton, “pidió permiso a Washington para penalizar a la Unión Europea y a los países que no apoyaran el uso de semillas genéticamente modificadas”.
Lo anterior a causa de la prohibición que el gobierno francés impusiera sobre una de las variedades de maíz producidas por Monsanto, el gigante de los transgénicos, hacia finales de 2007. Entonces Craig Stapleton, en ese instante representante de EE. UU. en Francia, pidió a sus superiores que penalizaran a todos aquellos países que se opusieran a estos cultivos.
La representación del país en París recomienda que calibremos una lista de objetivos susceptibles de represalias que cause algo de dolor en la Unión Europea dado que esta es una responsabilidad colectiva, pero que también se enfoque en algunos de los peores culpables.
Esta lista debería ser mesurada más que despiadada y debe sostenerse a largo plazo, pues no esperamos una victoria inmediata. En cuanto a las represalias, aclararemos que el proyecto actual tiene costos reales para los intereses de la UE y podría ayudar a fortalecer opiniones europeas a favor de la biotecnología.
En esos términos se expresó Stapleton, amigo y socio del entonces presidente George Bush.
Esta estrategia, sin embargo, no fue exclusiva de dicho momento, pues otros embajadores hicieron recomendaciones similares con respecto a otros gobiernos o dirigentes que opinaron en contra de los cultivos transgénicos. Al Vaticano, por ejemplo, en vista de que muchos obispos en varios lugares del mundo, sobre todo los residentes en países subdesarrollados, se expresaban vehementemente contra los transgénicos, el gobierno estadounidense presionó a los consejeros del Papa para corregir esta situación y que el Vaticano se dijera abiertamente a favor de los alimentos transgénicos.
Existe la oportunidad de presionar sobre el asunto con el Vaticano y a su vez influenciar un amplio segmento de población en Europa y los países en desarrollo.
Igualmente se reveló que el gobierno español trabajó codo a codo con el estadounidense para evitar que la Unión Europea endureciera las leyes sobre biotecnología: “Si España cae, le seguirá el resto de Europa”, dice el cable.
Así las cosas, estas filtraciones dejan ver las maniobras amplias, no siempre diplomáticas en el sentido tradicional del término, que el gobierno de Estados Unidos, al menos en la administración de George W. Bush, implementó para beneficiar el cultivo de transgénicos sin importar, al parecer, nada más que los negocios y las ganancias de los más involucrados.

FUENTE: Parar el mundo es el portal del Grupo de Reflexión Rural
FOTO: Ex embajador estadounidense en Francia, Craig Stapleton. FUENTE: Mitra Images

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