Asunción, 26 de junio 2023 (BASE-IS) El Gobierno paraguayo, mediante el Ministerio de Agricultura y Ganadería, aprobó la liberación comercial del evento transgénico Trigo HB4. La aprobación se dio el pasado 10 de mayo sin mayores análisis ni consultas con la ciudadanía, los organismos responsables no pusieron a disposición pública la información al respecto, los impactos de esta decisión se sentirán en la mesa y en los campos paraguayos.
La resolución 556 del 10 de mayo de 2023 del Ministerio de Agricultura, establece la liberación comercial del trigo transgénico HB4, esta variedad trae consigo un grave riesgo ya que como parte de su paquete tecnológico se utiliza el glufosinato de amonio, un agrotóxico 15 veces más dañino que el glifosato, y que podría acarrear graves daños a la salud.
“Un nuevo veneno extremadamente tóxico estará presente en nuestro pan de cada día. El trigo constituye una parte importante de la base alimentaria en todo el mundo: en panes, pastas, pizzas, tortas, galletas, entre otros. A partir de esta autorización, el trigo tendrá residuos de glufosinato de amonio que se incorporará a las harinas y sus derivados, es decir, habrá presencia de esta sustancia en alimentos básicos de consumo diario. Toda la población estará expuesta a la ingesta de este veneno en su dieta diaria” advertía el investigador Carlos Vicente, de la Organización GRAIN, respecto a este debate en Con la Soja al Cuello 2021, agregando que el glufosinato de amonio está prohibido en muchas partes del mundo.
La liberalización de las normas para aprobación de transgénicos ha permitido que el gobierno apruebe esta nueva semilla modificada sin mayores pruebas técnicas, ni debates con actores relevantes. De hecho la aprobación del Trigo HB4 se realizó por un tratamiento diferenciado que establece para OGM ya aprobados en otros países, según el cuál no son necesarias que Paraguay realice ensayos o pruebas científicas de ningún tipo.
“En el año 2019 se avanzó en la desregulación de este marco normativo a partir de la promulgación de las Resoluciones del MAG № 1030 y № 107111. Con la aplicación de las mismas, en el país la liberación comercial de cultivos genéticamente modificados se respalda fundamentalmente en los antecedentes de liberación de los mismos en terceros países, por lo general subordinados a los intereses de las corporaciones trasnacionales” señala Lis García, investigadora de BASE-IS. Así también estas normativas no contemplan ninguna participación ni debate con sectores afectados como comunidades campesinas e indígenas de pequeños productores, o en este caso consumidores, advierte.
Con esta aprobación Paraguay profundiza su modelo agroexportador con las consecuencias ambientales y sociales que el mismo genera; la expansión de la frontera agrícola con cultivos transgéncios de soja, algodón, maíz y ahora trigo, implicará mayor acaparamiento de tierras, más expulsión de comunidades campesinas e indígenas y una mayor dependencia en detrimento de la soberanía alimentaria.
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