Recurso Natural Indispensable
Cuando el hombre salió de las cavernas y dejó de ser nómada construyó sus primeras viviendas cerca de los lagos para su seguridad. Los recursos hídricos es un tema que tiene cada vez más importancia. El agua es un elemento de paz, no como lo profetizan algunas visiones como un instrumento de conflicto y hasta de guerra. Esta es uno de los recursos naturales más preciados, por lo tanto de su adecuado suministro y gestión dependen la agricultura, la ganadería, la salud y alimentación de las personas, los ecosistemas, la industria, la energía, el mantenimiento de la paz y la estabilidad social. Son causas fundamentales de la escasez de agua, la explotación irracional del recurso, la contaminación producida por las industrias petroquímicas, el uso de agrotóxicos en la agricultura y la devastación de bosques y florestas naturales.
Dos tercios del planeta están cubiertos de agua y ella es el mayor componente de los seres vivos. Según la ONU 31 países padecen escasez, más de 2 600 millones de personas, sobre el 40% de la población mundial, no tienen acceso a servicios de saneamiento y más de 1 000 millones a agua potable, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Este problema favorece las infecciones y amenaza el desarrollo humano en muchos países, donde ataca a las poblaciones rurales y de suburbios urbanos, siendo los niños las primeras víctimas del agua insalubre y de la falta de medidas de higiene son millones de niños. Estos problemas sanitarios disminuirían si se redujera la diferencia entre áreas urbanas y rurales, una mayor inversión en infraestructuras e insistir en la educación de medidas higiénicas, permite que disminuyan las infecciones diarreicas que tantas muertes causan al año, en la mayoría de casos niños menores de cinco años.
Las regiones con más problemas de abastecimiento de agua potable y falta de servicios de higiene son las que acumulan mayor pobreza: África Subsahariana y el sur de Asia. El este asiático es la zona que más ha mejorado (países como China e India), pese a que todavía una mayoría de población sigue sin servicios básicos. En Centro y Suramérica se ha alcanzado sobre el 75% de cobertura de agua potable, mientras que en los países industrializados ésta es del 98%.
Coincidiendo con el criterio de especialistas es necesario que para tener agua potable e higiene básica no sólo se debe invertir más dinero en infraestructuras sino cambiar la mentalidad; estimando además que, con el cumplimiento de las metas del milenio, se haya universalizado el acceso al agua potable y que una buena parte de la población mundial disponga de servicios de saneamiento. Lo importante no es la cantidad de agua que posea un país, sino el uso y la efectividad para manejarla.
Expertos afirman que la cantidad y la calidad de agua dulce disponible han disminuido en un 80% en el tiempo de una vida humana. Por debajo de 2 000 m³ por persona y por año se debería declarar al planeta en situación de carencia extrema de agua. Hace 40 años había 3.430 m³ por persona y por año, y según cálculos en 2025 sólo quedarán 667.
Ésta puede ser considerada un bien, un recurso imprescindible como el aire o una mercancía y como tal, deberá ser rápidamente lucrativa, transformada en otras mercancías y/o monedas de intercambio. De la misma manera en que fueron privatizados otros recursos como la tierra y con ella la posibilidad de producir alimentos; el agua está en vías de apropiación por parte de unos pocos.
El agua tiene importancia sanitaria, productiva, simbólica y cultural, y podrá ser el origen de futuras guerras entre estados por su dominación como es el caso del control del río Jordán y de las capas subterráneas de Cisjordania, Haifa y Gaza es una de las principales fuentes de conflicto entre israelíes y palestinos. Los actuales «acuerdos» impuestos por la fuerza «son de una desigualdad evidente porque establecen que por cada litro de agua que puede recibir un palestino, un israelí recibe cuatro».
El profesor italiano Riccardo Petrella, uno de los principales especialistas por la causa del agua, manifestaba que «las guerras futuras serán por el agua», refiriéndose abiertamente a potenciales conflictos bélicos. Éste funda su hipótesis, no sólo en la escasez, el derroche y la mala distribución del vital líquido, sino también en un marco planetario estratégico alarmante. El 60% de las fuentes de agua están localizadas en sólo 9 países (entre ellos Estados Unidos, Rusia, Canadá, Brasil, China e Indonesia). En tanto 80 naciones que reúnen el 40 % de la población mundial están confrontadas a una verdadera penuria hídrica.
Para evitar los previsibles conflictos la UNESCO adoptó en diciembre de 2008 la «Ley de acuíferos transfronterizos», la cual exhorta a los Estados »concertar los correspondientes arreglos bilaterales y regionales para la adecuada gestión de sus acuíferos transfronterizos sobre la base de los principios enunciados en el proyecto de artículos» , los cuales incluyen la cooperación entre Estados para prevenir, reducir y controlar la contaminación de los acuíferos compartidos. Según el Consejo Mundial del Agua, con el ritmo actual de inversiones hídricas públicas y privadas, el acceso al mencionado recurso no podrá garantizarse sino hasta el año 2050 en África, 2025 en Asia y 2040 en América Latina y el Caribe.
En Mar del Plata, Argentina, en 1977 fue donde por primera vez se dio una Conferencia de la ONU sobre el Agua y se declaró que «Todos los pueblos ( ) tienen derecho a acceder al agua potable en las cantidades y calidad correspondiente a sus necesidades básicas» , siendo punto de partida de reflexión de una política global sobre el tema. En la Cumbre Mundial de la Tierra de Río de Janeiro, Brasil, 1992, se subrayaba y concretizaba esa exigencia en la Agenda 21, pero fue en los Objetivos del Milenio en el año 2000 que se fijó el nuevo desafío de reducir hasta el 2015 a la mitad el número de personas que sin acceso al agua potable, reconfirmado dos años más tarde en la conferencia de Río+10 de Johannesburgo, África del Sur.
La mayoría de estos documentos han quedado reducidos a simples declaraciones de buena voluntad sin cumplimiento alguno como de costumbre, especialmente en la nueva era de globalización económica extrema donde el ritmo lo marcan las instituciones financieras internacionales y la presión por privatizar el servicio de agua entre otros tantos rubros y servicios, se ha convertido casi en receta universal de las ETN del Norte para los países del Sur.
La OMC es una de las que empuja la privatización del sector, marco en el cual la Unión Europea se apoya para reclamar a más de 70 países en desarrollo la apertura de sus servicios de agua a empresas extranjeras, aceptando la intensa presión de sus multinacionales del rubro que intentan seguir extendiendo el radio de acción y beneficios.
Además la inoperancia y actitud de los gobiernos locales, atentos exclusivamente a sus intereses particulares y no a los nacionales, ha favorecido el incesante avance de Estados Unidos y ha puesto en peligro la soberanía de los países de toda nuestra región y en especial los que rodean el Acuífero Guaraní (AG).
El Acuífero Guaraní, su apetecible valor.
Los acuíferos son la acumulación de agua subterránea que impregna una capa de terreno impermeable. Se suele situar sobre una capa de materiales impermeables (arcilla o pizarra), pueden estar o cubierto con otra capa impermeable, en cuyo caso se llama acuífero o manto freático confinado tardando siglos en formarse. En estos se almacena sólo el 0,6% de la totalidad del agua del planeta, que equivale al 95% del agua disponible para el ser humano. El Mapa Mundial de Acuíferos Transfronterizos elaborado por la UNESCO, muestra que África posee los dos mayores acuíferos, Areniscas de Nubia en Sudán con un volumen cercano a los 75 mil kilómetros cúbicos de aguas fósiles (donde 1 kilómetro cúbico es igual a 1 billón de litros) y el del Norte del Sahara con más 60 mil kilómetros cúbicos, sin embargo, un continente que cuenta con esas reservas de agua potable hoy se muere de sed.
El Sistema Acuífero Guaraní (SAG) es el tercero de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo, encontrándoselo en el subsuelo de un área de alrededor de 1.190.000 kilómetros cuadrados (superficie mayor que las de España, Francia y Portugal juntas). Se extiende por las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, y es transfronterizo, pues se comparte por debajo de los territorios de los países Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y coincide aproximadamente con el espacio ocupado antiguamente por la «Nación Guaraní».
Alumbra a profundidades muy variables, las temperaturas producto de las profundidades alcanzadas, van desde los 33 a los 65º C. Si bien el volumen total de agua almacenado es inmenso 37.000 km³, en realidad el volumen explotable, estimado actualmente como reservas renovables, es de 40 a 80 km³ anuales. A la importancia de su extensión, se suma su valiosa capacidad de renovar su volumen gracias a la absorción de aguas superficiales a través de sus áreas de recarga.
Posee riberas en 4 países distribuidos de la siguiente forma: en Brasil abarca una superficie de aproximadamente en Km² 850.000 (9,9% del territorio) en Argentina 225.000 (7,8%) en Paraguay 70.000 (17,2%) y en Uruguay 45.000 (25,5%). La población actual dentro del dominio de ocurrencia del Acuífero, se estima en 15 millones de habitantes. En Brasil, más de 300 ciudades son abastecidas total o parcialmente por este acuífero entre estas 6 millones de personas en Sao Paulo.
El país que más lo explota es Brasil, abasteciendo total o parcialmente más de 300 ciudades y exportando a Medio Oriente agua embotellada; Uruguay tiene 135 pozos de abastecimiento público de agua, algunos de los cuales se destinan a la explotación termal. En Paraguay se registran unos 200 pozos destinados principalmente al uso humano. En Argentina hay en explotación 5 perforaciones termales de agua dulce y una de agua salada, ubicadas en el sector oriental de la provincia de Entre Ríos, en tanto que hacia el Oeste de la misma se ha alumbrado sólo agua salada termal, con la consiguiente problemática del efluente salado.
Por supuesto, uno de los puntos más conflictivos sobre el Acuífero es su ubicación geoestratégica, cerca de la Triple Frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil, región que ha quedado en la mira de los Estados Unidos, con el argumento de que allí pueden existir células dormidas del terrorismo internacional.
La población de la Triple Frontera asciende a unos 470 000 habitantes agrupados en Puerto Iguazú (Argentina) con 30 000 personas, Foz do Iguazú (Brasil) con 270 000 y Ciudad del Este (Paraguay) con 170 000. En Brasil y Argentina, la actividad principal es el turismo, por la presencia de las Cataratas del Iguazú. En Paraguay prevalece el comercio de todo tipo, además que en Foz do Iguazú y Ciudad del Este hay una importante comunidad sirio-libanesa dedicada al comercio. En las tres ciudades y en toda la región los medios de vigilancia y seguridad son más que suficientes para mantener un control casi absoluto de la zona y sus habitantes detectando inmediatamente cualquier anomalía relevante.
Su ubicación en una región de alta biodiversidad, permitirá en el futuro que pese a los cambios climáticos y la reubicación espacial de las precipitaciones, sus fuentes continuarán abasteciéndose por las copiosas lluvias, lo cual lo convierten en una zona estratégica local, regional y mundial.
La protección contra los agentes de contaminación que normalmente afectan los manantiales de agua en la superficie, que pasan por los mecanismos naturales de filtración y auto depuración biogeoquímica que ocurren en el subsuelo, resulta en un agua de excelente calidad, haciendo que estas aguas asuman características económicas, sociales y políticas destacadas para el abastecimiento de la población.
Miguel Auge, geólogo de la Universidad de Buenos Aires afirma que la reserva de agua dulce de este acuífero es tal que su capacidad alcanzaría para abastecer a los 6 000 millones de personas que habitan el planeta durante 200 años. Aunque es la región con mayor volumen de agua dulce per cápita, con el 20% del total mundial, 80 millones de personas no tienen acceso al líquido vital en América Latina.
Es importante tener en cuenta que con la pérdida de los glaciares por el calentamiento global nos obliga a cuidar de este acuífero, donde uno de sus principales problemas es la contaminación, donde se destaca Brasil que posee serios problemas de contaminación industrial y existe la inquietud de que esa contaminación se pueda filtrar hacia el reservorio guaraní.
Dado a las actuales situaciones por el agua seremos testigos en pocos años de guerras que se desatarán en el mundo por el control de este recurso natural debido a la contaminación y a la escasez de las fuentes, aunque ya Estados Unidos y el BM han ido creando condiciones para adueñarse del mayor acuífero de América Latina. En virtud de la situación descripta observamos intereses contrapuestos, por un lado gobiernos y empresas transnacionales (ETN) que acosan como única meta la ganancia y por otro los consumidores tenemos por objetivo su preservación.
11.06.10
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=48492