Restricciones para el acceso al mercado laboral, abandono y desafiliación escolar, brechas tecnológicas, tratos discriminatorios, violencia y altos niveles de exclusión e inclusión desfavorable, son los principales problemas que afectan a la juventud en Paraguay y en la región, según un estudio del PNUD.
Los datos surgen de una investigación sobre juventud y desarrollo humano realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entre jóvenes de 15 a 29 años de cuatro ciudades del Mercosur, explica una gacetilla remitida por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Informa que el documento fue elaborado por especialistas del PNUD a partir de una muestra consultiva aplicada en Montevideo, Río de Janeiro, Asunción y Buenos Aires.
Consigna que tanto en niveles de pobreza como en educación, empleo y, en definitiva, en desarrollo humano, Paraguay se ubica como el país con mayores carencias del Mercosur. Para los indígenas esta situación es aún más crítica.
Casi la mitad de los jóvenes paraguayos no puede alcanzar un estándar de vida mínimo en forma autónoma, y aunque perciben que se vive una etapa de cambios, no se sienten partícipes de ellos.
Para los especialistas y gestores consultados, los principales problemas de los jóvenes paraguayos son las dificultades de ingreso al sistema educativo, los altos niveles de desempleo y las desigualdades entre los jóvenes rurales y urbanos.
Con respecto a la situación regional, el informe destaca que las tecnologías de información y comunicación (TICs) son muy valoradas entre los jóvenes y pueden constituirse en una herramienta útil para la capacitación, la socialización y el encuentro productivo.
Otro aspecto destacado por Helena Rovner, Coordinadora del Informe de Desarrollo Humano (IDH) Mercosur, tiene relación con que los jóvenes perciben distintas formas de discriminación, en gran medida a causa de la pobreza y la marginalidad.
Los tratos discriminatorios están vinculados con la diversidad de estilos de vida, identidades y elecciones estéticas, y ocurren incluso en estratos sociales más altos.
A su vez, el ministro de Educación Luis Riart señaló que a veces se dan situaciones contradictorias como la que tiene que ver con el trabajo.
En este sentido, resaltó un aspecto del informe que habla de limitación de recursos y escasas oportunidades para una mayor participación en el mundo laboral.
En contrapartida, mencionó que para el acceso laboral el criterio compartido es dar preferencia al sector juvenil porque «se quieren empresarios jóvenes, personal joven con varios criterios: capacidad de formar, innovar, etc., lo cual hace cada vez más difícil que adultos maduros de 35 ó más años consigan un empleo».
A pesar de que el nivel educativo de los jóvenes del Mercosur es notoriamente superior al de las generaciones previas y la asistencia a la enseñanza secundaria se ha incrementado en la última década, sin embargo, no fueron suficientes para alcanzan niveles de calidad satisfactorios. El aumento del nivel educativo no supuso, en la práctica, una mejora en las condiciones laborales
El nivel educativo muestra una fuerte vinculación con la capacidad de generar ingresos de los jóvenes y, por lo tanto, con la posibilidad de desarrollar una vida económicamente autónoma. En este sentido, Brasil es el país con la mayor proporción de propietarios entre los jóvenes de 15 a 29 años emancipados (58%), seguido por Argentina (45%), Paraguay (43%) y Uruguay (34%).
Otro dato relevante es que la proporción de jóvenes que no estudia ni trabaja es mayor en los países del Mercosur que en otras partes del mundo.