Hace una semana la Procuraduría presentó ante la justicia un recurso de no innovar en esas tierras, pues es inminente la regularización a favor del Estado. Los familiares de víctimas de la masacre denunciaron que los productores empezaron fumigaciones desde ayer y que esto podría afectar a las familias apostadas al borde de la finca.
De las 2 mil hectáreas de la finca Marina Kue, escenario de la masacre del 15 de junio de 2012 que desembocó en el golpe de Estado, alrededor de mil estaban en ese momento explotadas por sojeros de distintas empresas, explicó la referente campesina Martina Paredes. Ella perdió ese día a dos hermanos, Fermín y Luis.
Si bien el fatídico desalojo se hizo a instancias del empresario Blas N. Riquelme, que se atribuía esas tierras, ellas son del Estado paraguayo según todos los documentos existentes. En 1967 la empresa Industrial Paraguaya donó las mismas al Estado, sólo que a través de ardides judiciales, Riquelme logró resultados favorables.
Los familiares de víctimas y sobrevivientes campesinos de la matanza decidieron esperar en el límite de las tierras y no volver a ocupar hasta tanto el Estado paraguayo regularice la situación de las mismas. Las tierras están en la etapa final de titularse a nombre del Estado, explicó el abogado de las familias agricultoras Víctor Azuaga.
Por eso, a instancias de la asociación Naranjaty, la Procuraduría presentó hace una semana un recurso de no innovar, para que no se realice ningún trabajo de cultivo en el lugar, agregó el defensor. No obstante, los productores sojeros desde ayer empezaron labores agrícolas previas al cultivo de trigo y otros rubros de invierno, explicó Martina Paredes. Dijo también que los mismos siguieron cosechando soja hasta hace dos meses.
Explicó que familiares y periodistas están en el lugar realizando filmaciones y un documental sobre lo sucedido, y en medio de eso corroboraron los trabajos de cultivo. Dijo además que actualmente unas 60 familias viven pegados a Marina Kue y podrían ser afectadas por las pulverizaciones.