La FNC exige que el Estado garantice un mínimo de 3.000 gs por cada kg de algodón

Esta mañana realizó un acto frente al Panteón de los Héroes, donde exigió precio básico para todos los productos campesinos junto con el algodón, como parte de una política nacional de seguro agrícola.
Desde las 8:30 de hoy referentes, productoras y productores de la Federación Nacional Campesina(FNC) realizaron un acto en el centro capitalino. En él reclamaron que el gobierno intervenga en la comercialización del algodón, garantizando un precio básico de 3.000 guaraníes por cada kilogramo en favor de las familias campesinas productoras.
Unos 50 mil campesinos en todo el país están involucradas en el cultivo del algodón, que se cosecha en febrero y marzo, explicó Marcial Gómez, secretario general adjunto de la federación.
“Cada año es lo mismo cuando vamos a vender nuestro producto, las grandes empresas se excusan en la caída de los precios del producto en el mercado mundial, en la caída del dólar y nos ofrecen precios bajos. Por eso estamos pidiendo al Estado que garantice ese precio mínimo”, dijo.
Para esta cosecha pidieron la semana pasada al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) asistencia en transporte y precio básico. Hasta ahora no hay respuesta. También -como en años anteriores- habían reclamado a dicho ministerio y al Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) asistencia técnica, que nunca llegó.
La FNC propone que el subsidio estatal por el precio mínimo del algodón forme parte de una política de seguro agrícola nacional, que proteja a todas las familias campesinas, no solamente ligadas al algodón, sino a cualquier producto campesino.
Gómez dijo que seguirán intensificando sus medidas de fuerza de cara a la tradicional marcha nacional de la FNC de marzo, en caso de no responder el gobierno.

Fracazo del algodón transgénico
Otro aspecto resaltado por el dirigente fue el fracazo de los cultivos de algodón transgénico con la semilla Bt RR en esta cosecha, que fueron atacados por plagas que dejan como quemadas las plantas.
“De esto nosotros advertimos muchos hace unos meses, de que esta tecnología no se adaptaría al país”, señaló Gómez, quien recordó que la federación está en contra del uso de transgénicos y que los campesinos que no están organizados son los que tienden a probar con transgénicos.
Dijo que esto representa un pérdida total para las familias campesinas que cultivaron, porque para poder hacerlo se endeudaron y ahora se quedan sin nada con el fracazo de los cultivos.

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