La Federación Nacional Campesina anunció su ya tradicional marcha del mes de marzo, al igual que el año pasado, en esta marcha coincidirán también otros sectores populares aglutinados en la Coordinación de Lucha por la Tierra Campo – Ciudad. La movilización se realizará el próximo 30 de marzo bajo el lema «Por tierra, territorio, trabajo y soberanía».
Según señalan los organizadores de la acción “la marcha reclamará al Estado la garantía de estos derechos y el cese de persecuciones, imputaciones y desalojos a comunidades campesinas e indígenas, así como a asentamientos urbanos”. La lucha por la tierra en Paraguay es un tema fundamental que involucra a toda la sociedad, ya que el latifundio es la principal traba para el desarrollo nacional, agregaron los referentes de la Coordinación
Según señalan desde la Federación Nacional Campesina la concentración de la tierra en Paraguay se encuentra entre las más altas en el mundo y “es la causa principal de la falta de desarrollo de la industria nacional, así como de la expulsión de miles de jóvenes a otros países ante la falta de oportunidades”. El latifundio no genera trabajo, no paga impuestos y su avance está cada vez más relacionado con la pérdida de la soberanía nacional, ya que en gran parte estas grandes extensiones de tierra están en manos de latifundistas extranjeros o de narcotraficantes y mafiosos que gozan de la protección de sectores corruptos de los diversos poderes del Estado, agregan las organizaciones populares.
Según el Libro El derecho campesino a la tierra en el Paraguay, de la abogada e investigadora Milena Pereira, recientemente publicado por BASE-IS, la población campesina sufre de manera directa masivas lesiones de derechos humanos generadas por el estado de cosas inconstitucional en materia agraria. La autora cuestiona que resulta imposible la efectivización de derechos y el consecuente goce cada vez más ampliado de los mismos por parte de la población en una sociedad con la estructura de tenencia de la tierra más desigual del mundo. “Dicho de otro modo, ¿qué derechos fundamentales es posible garantizar en un país de matriz económica agroexportadora, en el cual 2,6% de los propietarios de fincas agropecuarias concentra el 85% de la superficie productiva nacional, y no se cuenta con impuestos que desalienten el latifundio?” concluye.
La XXIX Marcha Campesina, que desde el año pasado también es indígena y popular, aglutina a diversas organizaciones hacia la construcción de un poder popular entre los sectores honestos, patrióticos y democráticos del campo y la ciudad. La invitación a participar está abierta a la ciudadanía.
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