Más allá de los peces muertos.

Por Guillermo Achucarro, miembro del Equipo de Base Investigaciones Sociales.

Ya son más de dos semanas desde que salieron a luz las primeras noticias sobre la mortandad de peces en Mato Grosso do Sul, Brasil. Este evento coincidió con un derrame de agroquímicos en la zona, lo cual alarmó a la población. Días después se observó un evento similar a lo largo del Río Paraguay, una cantidad exhaustiva de peces de distintas especias muertos, llegando incluso hasta la costanera de Asunción.

Durante el transcurrir de la semana se analizaron 2 posibles hipótesis. Una causa natural, la cual sostiene que la disminución de oxígeno en el agua es debida al arrastre de materia orgánica por las crecidas, y otra que afirma que la mortandad de peces es consecuencia del derrame de agroquímicos en Brasil. Es en este punto donde se debería hacer un análisis político más fino de la situación en general.

Efectivamente la segunda hipótesis era bastante improbable, teniendo en cuenta que la capacidad de autodepuración del Río Paraguay es muy elevada. Sumándole a esto, que en caso de que se afirme la mortandad de peces por agroquímicos, el Estado paraguayo debería tomar cartas en el asunto desde un punto de vista diplomático. Partiendo de la premisa que ambos estados (el paraguayo y el brasilero, con sus respectivos nuevos gobiernos) empezaron las relaciones (entre ellas la renegociación de ITAIPU) hace no demasiado tiempo, por lo cual parece sumamente improbable aprobar la hipótesis de los agroquímicos.

El lunes pasado, las autoridades del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) en una reunión oficial con el gobierno aclararon que la mortandad de peces se trataría de un fenómeno natural, “la eutrofización” . A la cual dieron la siguiente explicación : “La eutrofización es un proceso natural en ecosistemas acuáticos, caracterizado por un aumento en la concentración de nutrientes, que produce cambios en la composición de la comunidad de los seres vivos. Es un proceso natural cuando una crecida arrastra materia orgánica al agua, que pueden ser hojas, animales muertos o basura orgánica de las casas. Es artificial cuando las lluvias y las crecidas llevan el agua de los fertilizantes que se le agregan a la tierra, o cuando se arrojan vertidos agrícolas”

En primer lugar hay que mencionar, que todo lo afirmado por el gobierno son conjeturas “preliminares”, no se pueden establecer conclusiones concretas de ninguna índole con tan solo una semana de mediciones, esto debería ser analizado en distintos periodos del año en varios puntos del país, de manera a poder concluir cosas. Así mismo cabe mencionar, que un evento climático haya sido natural, no quiere decir que esté bien o sea estrictamente normal, y tampoco deslinda de responsabilidades al gobierno.

Por otro lado sería importante hacer un análisis más “macro” de la situación . Independientemente a la causa de lo ocurrido, una catástrofe ecológica de semejante magnitud evidencia la falta de estructura en la temática ambiental. La falta de monitoreo constante a nuestros cauces hídricos en general es una materia pendiente a nivel historico. Esto se debe relacionar con el poco presupuesto destinado al Ministerio del Medio Ambiente y su poca capacidad de gestión. Para este evento en específico, fue necesario recurrir a los laboratorios de la CEMIT (Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas) , de la DIGESA (Dirección General de Salud Ambiental), así como también la colaboración de la Facultad de Veterinaria de la U.N.A para el análisis de la Ictiofauna afectada, siendo que el MADES debería contar con la estructura necesaria para encarar estos fenómenos. La semana anterior el Ministro de dicha institución afirmaba que el 90 % del presupuesto es destinado a salarios, esto nos da una clara pauta de como se abordan las problemáticas ambientales en nuestro país. (fuente : http://www.abc.com.py/nacionales/mades-sin-control-del-agua-1801345.html )

Además de todo lo señalado anteriormente, es de suma importancia relacionar la catástrofe ecológica de los peces con la serie de inundaciones y desplazamientos de los/las afectados/as en zonas urbanas dentro del territorio nacional . Partiendo de la base que la postura del gobierno fue afirmar que dicha catástrofe fue por las últimas crecidas ocurridas, es sumamente necesario hacer incapíe en que tuvimos 10 inundaciones en tan solo 4 años, generando así una gran cantidad de damnificados/as (más de 20 mil familias). A esto hay que sumarle el gran problema económico que están pasando los/as pescadores/as en zonas ribereñas a consecuencia de toda esta problemática debido a las pocas ventas.

Más allá de los peces muertos, existe una gran problemática a nivel estructural, la cual ya desde hace un tiempo está generando estragos a nivel ambiental y social (no olvidemos el problema de contaminación del Lago Ypacarai). Para enfrentar esta crisis son necesarias intervenciones más radicales, y por sobre todo una apuesta fuerte a abandonar la lógica mercantil en el ámbito ambiental.

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