Asunción 2 de abril de 2019 (BASE-IS) Desde hace días las ciudades ribereñas del Río Paraguay reportan una enorme e inusual mortandad de peces en sus costas, desde el Departamento de Alto Paraguay, al norte del país, llegando hasta la Capital la presencia de peces muertos genera intriga y preocupación en los pobladores. Según señalan los expertos esta mortandad guarda directa relación con acciones que atentan contra el equilibrio ambiental y afectan directamente a los cursos de agua.
Varias hipótesis se ensayaron respecto a las causas que pudieron provocar la mortandad masiva de peces en las aguas del Río Paraguay, según los primeros reportes de las entidades responsables, como el Ministerio del Ambiente, el Ente de Servicios Sanitarios (ESSAP) y otras, concluyeron que el fenómeno se dio a consecuencia de la falta de oxígeno en el agua debido a la gran cantidad de lluvia caída, siendo este un acontecimiento natural, según señalan. Sin embargo, la falta de oxígeno en las aguas del Río Paraguay, no serían un fenómeno totalmente natural como se pretende hacer ver.
Guillermo Achucarro, investigador de BASE-IS, experto en la temática de Cambio Climático, señaló que si bien es cierto que la mortandad de los peces puede darse por la falta de oxígeno en las aguas del Río, este fenómeno guarda una relación estrecha con acciones que degradan el medioambiente y que son consecuencias del modelo de producción. “Es real que al caer grandes lluvias estas arrastran sedimentos y materia orgánica hasta los cauces hídricos, sin embargo hay que tener en cuenta que el arrastre de esa materia estuvo siempre regulado por los bosques, principalmente los bosques protectores, que hoy prácticamente no existen en gran parte del territorio” señaló.
Según explicó Guillermo, los bosques cumplen la función de absorber parte de las aguas, filtrarlas y proteger el suelo para evitar la erosión, al no existir bosques las aguas arrastran en mucho mayor volumen todo el sedimento y materia orgánica que encuentran a su paso, generando que las mismas se depositen en los cauces de ríos o arroyos, estos sedimentos absorben el oxígeno del agua provocando la muerte de los peces que viven en dichos ecosistemas. Paraguay es uno de los países con mayor tasa de deforestación a nivel mundial, se pierden más de 300 mil hectáreas de bosques por año y según la FAO el 70% de la deforestación es causada por el agronegocio.
Agrotóxicos
Estudios publicados recientemente en Brasil y Argentina demuestran que las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay se encuentran contaminadas por la presencia de agrotóxicos, particularmente sustancias derivadas del glifosato y otros pesticidas de uso agrícola. En Brasil recordaron que un estudio realizado recientemente certificó la existencia de residuos de glifosato en el área de nacimiento del Río Paraguay.
Según publicó el Ministerio Público de Mato Grosso, un informe técnico elaborado por el Núcleo de Estudios Ambientales y Salud del Trabajador – NEAST del Instituto de Salud Colectiva – ISC de la Universidad Federal de Mato Grosso (UFMT) detectó contaminación por agrotóxicos en el Área de Protección Ambiental Estadual Nacientes del Río Paraguay. En las muestras de agua analizadas se detectaron principios activos de sustancias que no están permitidas en Brasil, tanto para agua potable como para agua superficial, como el Clomazone, Imidacloprido, Propoxur y Tiametoxam. Este informe fue enviado al Poder judicial del vecino país a fin de que se tomen las medidas correspondientes contra los responsables de haber contaminado aguas subterráneas y superficiales.
Al respecto, Achucarro indicó que también es una probabilidad que incluso podría guardar relación con la primera hipotesis ya que “al utilizarse agrotóxicos que permanecen en el suelo y luego con las lluvias son arrastrados hasta los ríos, estas sustancias terminan contaminando las aguas y afectando a los seres vivos que habitan allí”.
Por otra parte a principios de año una investigación a cargo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina concluyó que la cuenca del Río Paraná se encuentra altamente contaminada por la presencia de agrotóxicos, principalmente glifosato y productos derivados. Según señaló Damián Marino, científico argentino y responsable de la investigación, “La publicación científica validada a nivel mundial dice que todas las muestras de agua superaron para, al menos alguno de los plaguicidas, el nivel guía recomendado para toda la biota acuática y recomienda articular políticas inmediatas. Hoy, en el mercado mundial, el 90% de los plaguicidas es glifosato y el 10% restante se reparte entre clirpirifós, cipermetrina y endosulfán” agregó. Se obtuvieron resultados similares en el Río Paraguay, que también se incluyó en el trabajo.
A estas publicaciones se suma un Informe de la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), donde se detalla cómo el modelo de agronegocios afecta gravemente a los suelos y las aguas vertiendo en ellos miles de litros de venenos que terminan afectando la salud humana y al medioambiente.
“Insecticidas, herbicidas y fungicidas también se aplican intensamente en muchos países, tanto desarrollados como en desarrollo, lo que provoca la contaminación del agua dulce con compuestos carcinógenos y otros venenos que afectan al ser humano y a muchas formas de vida silvestre. Los plaguicidas también reducen la biodiversidad, ya que destruyen hierbas e insectos y con ellos las especies que sirven de alimento a pájaros y otros animales” señala el informe de la FAO.
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