Entre 2002 y 2014 las tierras de la agricultura campesina se redujeron en un 51% en Paraguay, concluye el libro “Mapeamiento del extractivismo”, primer esfuerzo cartográfico que intenta retratar el conflicto en torno al modelo extractivista y la agricultura campesina en Paraguay.
En contrapartida, la superficie del agronegocio se extendió en 130%, especialmente en los departamentos de Misiones, San Pedro, Amambay, Caaguazú y Concepción.
El trabajo analizó desde 2002 hasta 2014 comparativamente la dinámica del modelo extractivista (cultivos de exportación, ganadería, hidrocarburos y agua industrial) y de la agricultura campesina, departamento por departamento.
El material presenta sus resultados prioritariamente a través de mapas y gráficos, y en menor medida, texto.
De 668 mil hectáreas, la superficie de la agricultura campesina se redujo a 329 mil hectáreas, especialmente en Canindeyú, Caazapá, Alto Paraná, Central y Amambay. Es decir, la agricultura campesina tuvo una resta de 338 mil hectáreas en el periodo analizado.
Esta realidad afecta a todo el país en su derecho a la alimentación, pues la merma de la agricultura campesina significa la merma de la producción de alimentos y en contrapartida, mayor dependencia a la importación de alimentos y una supermercadización de la alimentación.
Estudiando esta dinámica, el material concluye que actores brasileños tienen preponderancia en la región Oriental y que la frontera agrícola, en el periodo analizado, se expandió desde el Este hacia el centro de Paraguay, afectando a departamentos como Caaguazú, Caazapá, San Pedro, Concepción, crecientes en conflictos en torno a la tierra en los últimos años.
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