Asunción 4 de noviembre de 2020 (BASE-IS) Diversas organizaciones sociales se encuentran debatiendo respecto a la realidad de cientos de locales escolares de todo el país en los que docentes y estudiantes están expuestos a fumigaciones con agrotóxicos. Según un estudio realizado en 14 distritos de la Región Oriental habría unas 100 instituciones educativas que se encuentran rodeadas de sojales y otros cultivos que utilizan potentes agrotóxicos sin respetar el distanciamiento de al menos 200 metros que establece la legislación para la aplicación de los venenos agrícolas.
Los integrantes de organizaciones Campesinas, docentes y estudiantes manifestaron su profunda preocupación ante esta realidad, señalaron que hay lugares donde los cultivos fumigados se encuentran a apenas 3 o 4 metros de dónde los niños juegan o dan clases. Indicaron que es urgente que las autoridades tomen medidas ante la violación impune de la ley por parte de grandes productores que incumplen las normativas ambientales y sanitarias fumigando en sitios prohibidos.
Los referentes de las organizaciones indicaron que la salud y la vida de estudiantes y docentes se encuentra en riesgo debido a la exposición prolongada de los mismos en las escuelas a los poderosos agrotóxicos que se utilizan hoy en el campo paraguayo. Según el estudio mencionado, que se hará público próximamente, más de 8.000 estudiantes y 1.500 docentes de estos 14 distritos se encuentran afectados por las fumigaciones en las escuelas.
La Constitución Nacional en su artículo 7 garantiza el derecho a vivir en un ambiente saludable, mientras que la Ley de Productos Fitosanitarios prohíbe las fumigaciones a menos de 200 metros de escuelas, puestos de salud o cualquier sitio de concurrencia pública, estas normativas son violentadas permanente por los productores de monocultivos transgénicos. En los últimos años Paraguay importa más de 50 mil toneladas de agrotóxicos anualmente; entre los tóxicos más utilizados en el campo se encuentra el glifosato -declarado potencialmente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud en 2015-, el Paraquat y el 2,4 D, ambos productos sumamente tóxicos y peligrosos para la salud humana.
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