El sábado 1 de setiembre el dirigente campesino Sixto Pérez se encontraba en compañía de su esposa Sebastiana Florenciano en la residencia de Juan Emiliano Fretes, ubicada en el distrito de Puentesiño, departamento de Concepción. Alrededor de las 19:30 hs. llegan dos personas a la residencia a bordo de una motocicleta, y sin palabras dem por medio abrieron fuego contra la humanidad de Sixto, acabando con su vida.
Él era un reconocido dirigente campesino en la zona, según vecinos ya venía recibiendo amenazas a conscuencia de su militancia política, trabajo activamente con los campesinos por la creación del nuevo distrito con la denominación de Puentesiño. Además fue artífice de la creación de una cooperativa minera y últimamente trabajó con varios comités de pequeños productores y productoras en la localidad, con la construcción de un tinglado a ser utilizado como depósito de producción.
El 5 de septiembre pobladores y pobladoras de la zona, junto con dirigentes sociales y políticos, realizaron una asamblea para solicitar el esclarecimiento del hecho. En dicha asamblea los vecinos y vecinas reconocieron la lucha social del dirigente en favor de los humildes y de los intereses comunitarios, afirmando que eso incomodaba mucho a los sectores poderosos de las mafias ligadas a los caudillos políticos.
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