Con varias actividades se vivirá esta jornada, pero la principal será una multitudinaria marcha por el centro de Asunción, con actos frente al Ministerio Público, el Congreso y el Panteón de los Héroes. Exigirá el esclarecimiento de la matanza de Marina Cue y del asesinato de Vidal Vega, como la libertad de los presos y presas políticos y la recuperación de las tierras mal habidas del estronismo.
A las 18 hs parte la marcha desde la Plaza Uruguaya asuncena, para atravesar el microcentro y parar frente a los edificios del Ministerio Público y el Congreso Nacional, donde se registrarán breves actos. Finalmente se convergerá hasta el Panteón de los Héroes, que será el lugar del acto central, donde hablarán Dominga Noguera y Pascual Vega. La primera, representante de la Comisión de Víctimas de Marina Cue(Curuguaty) y el segundo, hermano del dirigente campesino asesinado el sábado pasado en su casa, Vidal Vega.
Además del esclarecimiento de estos acontecimientos, estas exigencias van acompañadas por otras, como la libertad de los 12 presos y presas del proceso fiscal de Curuguaty, el encarcelamiento de los verdaderos culpables de lo que pasó, la indemnización a las familias afectadas y la recuperación de las tierras malhabidas de todo el país, empezando por la parcela de Marina Cue.
Además se registrarán otros actos conmemorando el 64º aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aquel 10 de diciembre de 1948. La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) realizará el acto de presentación de su informe y monitoreo anual en la Plaza de los Desaparecidos de Asunción, desde las 19 horas.
Este año, el título del informe es Sin democracia no hay vigencia de derechos humanos, y rinde homenaje a las 17 personas muertas en Curuguaty y referentes sociales fallecidos este año, que aportaron a la democratización de la sociedad paraguaya, como Luis Claudio Celma, Tomás Palau, Santiago Medina, Beto Centurión y Juan Díaz Bordenave
Contexto
No es un día más de los derechos humanos. Es uno muy simbólico, en medio de un clima de ansiedad e idignación social, cargado por los acontecimientos que sacudieron el país desde junio. Con un gobierno de facto que hace una semana anunció que sacará a las Fuerzas Armadas a las calles y usará la fuerza de forma proporcional si es que infiltrados realizan actos de desestabilización.
Se llega con varias cruces en la tierra, las 17 de Curuguaty más la del líder social Vidal Vega, asesinado a balazos en su casa el pasado 1 de diciembre. Vega era el nuevo presidente de las familias que ocuparon Marina Cue (las tierras de la masacre) y manejaba informaciones estratégicas de lo que pasó aquel 15 de junio.
A esto se le suma el papel del Ministerio Público, que encaró una investigación interesada desde un primer momento, completamente funcional a los sectores políticos que se sirvieron de la masacre para realizar el golpe de Estado.
Una investigación con atropellos a varias garantías y procedimientos elementales como el debido proceso, la presunción de inocencia, el probar los cargos y el de investigar todas las hipótesis posibles. Más aún cuando existen indicios de que se pudo haber tratado de un escenario montado por intereses políticos y también que la policía ejecutó a campesinos, tras arrestarlos ese día.
Por último, este escenario además se caracteriza por un rebrote de fuerte discurso anti-comunista, similar a los tiempos de la guerra fría y a las dictaduras militares en nuestros países, con protagonistas principales como los medios de comunicación empresariales, los partidos políticos conservadores y ciertos sectores de la iglesia católica.
FOTO: Recortes de prensa de la represión estronista durante la marcha del 10 de diciembre de 1988. FUENTE: Cuenta de facebook «No Permitamos La Reivindicación Del Pasado Stronista»