“Queremos volver a producir en nuestras tierras”.

Organizaciones campesinas logran nuevo acuerdo con el gobierno para garantizar asistencia a pequeños productores.

 

Tras haberse retirado de la mesa de diálogo que mantenía con el gobierno la Coordinadora Nacional Intersectorial, realizó marchas, cortes de ruta y un campamento en Asunción. Luego de tres días de movilización la CNI alcanzó un nuevo compromiso del gobierno que deberá tomar en cuenta la lista de cerca de 60 mil familias de pequeños productores y productoras para brindarles asistencia alimentaria y productiva. En un primer momento el Poder Ejecutivo había asegurado que solo asistiría a unas 18 mil familias campesinas.

 

La ayuda se brindará en el marco de la Ley que declara en emergencia a la agricultura familiar campesina en todo el territorio nacional y serán organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) las que actuarán como garantes en el proceso que iniciará en la semana entrante.

 

Según explicaron los referentes de la CNI la situación en el campo es acuciante ya que la reiterada falta de asistencia a las familias campesinas sumada a diversos fenómenos climáticos han significado que muchos agricultores pierdan todos sus cultivos, tanto de renta como de auto consumo, por lo que no tienen forma de sostenerse. Además el sector pequeño productor fue empujado a un sobre-endeudamiento del que, sin mercados y precios adecuados para sus productos, es imposible salir, por lo que hoy corren riesgo de perder sus propias tierras.

 

Lilian Velázquez, pequeña productora y dirigente de San Pedro, señaló a Base Is que la situación que atraviesan en el campo es realmente grave, mencionó que son varias las familias que están siendo amenazadas con ser desalojadas de sus tierras por bancos y financieras que pretenden rematarlas debido a las deudas acumuladas de los campesinos.

 

La crisis, a decir de Lilita como la llaman sus compañeros, se originó por responsabilidad del propio gobierno. Según indica, fue el propio Ministerio de Agricultura el que repartió semillas de mala calidad y prometió precios y mercados para rubros como el sésamo o la chía, que terminaron en un estrepitoso fracaso del que finalmente el MAG no se hizo responsable, dejando abandonadas a miles de familias.

 

Tras el acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Lilita confía en que lograrán paliar la situación de hambre que atraviesa el campo paraguayo, un país netamente agrícola pero que destina solo el 6,4% de sus tierras a la producción de alimentos. “Ahora vamos a ir a trabajar en nuestro departamento para que la asistencia llegue a cada compañero y compañera, para poder volver a producir, volver a alimentar a nuestro país y a vivir como campesinos que cuida y produce en su tierra” concluye la dirigente dejando ver que la lucha del campesinado es de resistencia a un modelo que parece decidido a expulsarlos definitivamente del campo donde, en la mente de las corporaciones y el gobierno, sólo hay lugar para el agronegocio.

 

El acuerdo entre el gobierno y las organizaciones campesinas contempla también la entrega de insumos e implementos agrícolas y la rehabilitación financiera de los pequeños productores. El gobierno se ha comprometido a otorgar nuevos créditos a tasas preferenciales a los agricultores a fin de garantizar que los mismos puedan retomar la producción; por su parte la CNI ha señalado que el año entrante volverán a insistir en la necesidad de condonar totalmente las deudas de los pequeños productores con entes financieros públicos y privados.

 Foto: Demoinfo

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