En el caso Jejui, falta recuperar un lote de 20 hectáreas en el que estaba ubicado el núcleo poblacional de nuestra comunidad hasta el momento del atraco en 1975
Es por eso que nuestro caso no concluye con la titulación de las 182 hectáreas ni con el retiro de la demanda de retención de inmuebles por mejoras. Falta recuperar esas 20 hectáreas ubicadas en el centro mismo de las 182, ahora tituladas a nombre de la Asociación
Lo confesamos con cierta vergüenza
Las personas que superan una y otra enfermedad pero que nunca llegan a curarse del todo, al final resultan antipáticas. Con el caso Jejui, posiblemente pasa algo parecido.
El primer y principal logro alcanzado fue nuestro reagrupamiento apenas caída la dictadura stronista iniciando al mismo tiempo los reclamos, administrativo primero y judicial después, para recuperar las 230 hectáreas de tierra pagadas en su momento.
El primer fallo judicial ganado fue en el 2005. En el 2010, por una nueva decisión judicial el INDERT fue intimado a que en el término de 10 días titule las tierras a nombre de la Asociación San Isidro del Jejui. Apenas logramos la titulación de las 182 hectáreas, surge la famosa demanda de retención de inmueble por mejoras valorando en 215.000 dólares un ajado caserón construido por Ramón Matiauda en 1976, un tajamar colmatado y unas alambradas destartaladas. Pero no importa, el Juez Fernando Benítez dijo que esas mejoras valían 215.000 doláres.
Un puñal clavado en el cuerpo
Ahora, tiempo en que Jejui fue declarado Sitio Histórico y de Conciencia por la Comisión Verdad y Justicia, y en vísperas de ganar por caducidad del caso el pleito de la demanda por retención de inmueble queda aún clavado un puñal en el maltratado cuerpo de San Isidro del Jejui.
Resulta que hace algunos años, como por arte de magia, apareció un lote de 20 hectáreas que supuestamente pertenece a un finado excombatiente de apellido Ferreira. Justamente es el lote en el que estaba asentado el núcleo poblacional de San Isidro del Jejui, a pesar de que nunca, en ningún tiempo, ese lugar fue ocupado por ninguna familia que no fuera la nuestra o por la de Ramón y Rosa Martini de Matiauda, posterior a nuestro desalojo.
Suponemos que cuando el Juzgado falló a favor de nuestra Asociación en el 2005, Ricardo Fontes, con la complicidad del INDERT fraguó el título a nombre de aquel Sr. Ferreira, excombatiente ahora ya fallecido.
Suponemos fuertemente que las 20 hectáreas mencionadas pertenecen en realidad al Sr. Ricardo Fontes, actual abogado de los Rivarola-Velilla.
Reiterado compromiso del Sr. Justo Cárdenas
Aunque siempre hecho en forma verbal, desde que asumió el nuevo gobierno hemos recibido un enérgico y reiterado compromiso del actual Presidente del INDERT, el señor Justo Cárdenas en el sentido de que él encontraría la manera para que esas 20 hectáreas sean legalmente recuperadas por nuestra Asociación Campesina.
Contamos con el apoyo del Presidente del INDERT pero declaramos que, de cualquier modo nuestro reclamo no cesará hasta conseguir esas 20 hectáreas en las que estaban construidas nuestras 29 viviendas, la escuela y varios galpones. Entre febrero y abril de 1975, ese sitio se convirtió en un campo de concentración por el cerco cívico-militar impuesto en aquel tiempo por orden del dictador Alfredo Stroessner Matiauda. Los pobladores que no fueron traídos al Departamento de Investigaciones quedaron acorralados en ese lugar durante 90 días.
Solicitamos y aseguramos el apoyo de los amigos y amigas de corazón en la nueva campaña que en breve iniciaremos a nivel nacional e internacional para que el asiento del núcleo poblacional de Jejui vuelva a ser parte de las tierras para nosotros sagradas, de San Isidro del Jejui.
FOTO: Ale Torrents