SENAVE vuelve a tomar muestras en Yerutí, tras muerte de ocho vacas

Al menos ocho vacas murieron desde enero 2011 en la colonia Yerutí, especialmente pertenecientes a la familia de Rubén Portillo, quien había fallecido tras presentar síntomas de intoxicación en los primeros días del año 2011. Por eso, el viernes pasado inspectores del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) intervinieron de vuelta en el lugar y tomaron muestras de arroyos y pozos cercanos a las explotaciones sojeras Cóndor y Hermanos Galhera. También entró una clínica móvil del Hospital Regional para chequear a los pobladores.

La familia Portillo todavía sigue siendo víctima de la intoxicación del ambiente donde vive, generada por las fumigaciones de los sojales que les rodean. Empezó con la muerte de animales pequeños, como gallinas y patos, luego un golpe durísimo para ellos con la muerte repentina del hijo, hermano, esposo, joven padre Rubén Portillo, y continúan los perjuicios con la muerte de sus vacas, explicó Norma Portillo, hermana de Rubén.

Tras las nuevas denuncias y con la intermediación de la abogada de la familia, el SENAVE tomó muestras de agua de los arroyos Yerutí, Kuairû y Akaray, como del pozo de tres familias y los desagües de las explotaciones Cóndor y Hermanos Galhera. El jueves 26 de mayo estarán listos los resultados de la muestra, según le dijeron a la familia.

El pasado 6 de enero, fallecía Rubén Portillo, de camino al hospital, mientras era acompañado por su hermana Norma. En esa semana, 22 familiares y vecinos suyos se internaron de urgencia tras registrar los mismo síntomas de intoxicación. SENAVE sostuvo en su informe, tras registrar los establecimientos Cóndor y Hermanos Galhera, que lo encontrado constituía “un verdadero catálogo de violaciones normativas”. En el pozo de los Portillo se halló aldrín, endosulfán y lindano, esta última sustancia por encima del rango de inocuidad.

Foto: Pozo de la familia Portillo

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