Nuevamente Brasil desplegó toda una tropa de militares para resguardar su frontera con Paraguay. Este hecho despertó no sólo la crítica de los comerciantes del Este, sino mismo de la Policía Civil de Foz. Cabe destacar que ambos sectores le dan el mismo análisis a la situación, cual el aumento de la criminalidad en la zona fronteriza, ya que la mayoría de los compradores de esta zona es del servicio informal y los mismos estarían optando en otras formas alternativas del paso de las mercaderías para seguir viviendo.
El ambiente de zozobra en la frontera se ha convertido en un escenario normal. Evidentemente que los excesivos controles de ambos países ya no son la solución al problema, sino se debería plantear solución desde una política conjunta beneficiando a todos los trabajadores y en pro del desarrollo comercial de ambas márgenes. Por otro lado, la falta de acuerdo en la zona fronteriza entre ambos países sólo conlleva al aumento progresivo de la criminalidad, ya que a diario miles de personas se quedan sin fuentes de trabajo, lo que a su vez desemboca en una insatisfacción generalizada que se podría conducir al aumento de la inseguridad, y por último, a las bajas recaudaciones, tanto del lado brasilero como del paraguayo.
(Ultima Hora, 4 de agosto de 2006, p, 11)
