Los superyuyos (superweeds en inglés) son noticia en la prensa internacional. El Wall Street Journal, especie de vocero de los grandes grupos financieros, publicó un artículo titulado «El brote de superweeds provoca una carrera armamentista» (4/6/2010). El artículo decía que el 90% de la soja y el 80% del maíz de los Estados Unidos eran transgénicos cultivados con el herbicida Roundup, de Monsanto, que había sido efectivo durante varios años; pero, de golpe y porrazo, aparecían yuyos a los que el Roundup no les hacía nada. Como consecuencia, las acciones de Monsanto fueron para abajo, y otras empresas químicas entraron a competir con otros herbicidas. No es seguro que los otros herbicidas sirvan, y se puede esperar que el precio de los productos agrícolas suba y que la agricultura norteamericana decaiga.
El New York Times publicó un artículo sobre los yuyos resistentes al Roundup (3/5/ 2010). En los Estados Unidos hay cerca de 10 millones de acres con superyuyos (una hectárea = 2,4 acres). Algunos son realmente súper, como el pigweed (huazontle o armuelle blanco), que llega a unos dos metros y medio de alto y es tan duro que puede dañar las cuchillas usadas para quitarlo. Algunos agricultores, incapaces de acabar con la nueva peste, abandonaron sus cultivos. Otros consiguieron controlarla, pero gastando demasiado. Otros recurren a insecticidas más fuertes, como el paraquat o el 4,2-D. Vale decir que se usan más agroquímicos, con mayor riesgo para el medio ambiente. Esto ha llevado a algunos a decir que, después de 20 años de usar transgénicos y Roundup, la agricultura norteamericana está como estaba antes de comenzar a usarlos. Como solución, se propone volver a métodos más tradicionales, que no por más viejos son peores.
Lo que en otros países es novedad, aquí ya se sabe. Allá por el año 2008, el ministro de Agricultura de entonces, Alfredo Molinas, dijo que el Paraguay debía volver a las formas de agricultura más tradicionales, porque aquí ya había yuyos resistentes al Roundup. Sin embargo, el comentario pasó desapercibido, quizás porque se lo hizo pasar desapercibido. Hay demasiado interés en presentar el Roundup como el último grito de la moda en la materia.
La sustancia activa del Roundup es el glifosato, una exclusividad de Monsanto. Pero ahora existen herbicidas genéricos fabricados en China, más baratos y naturalmente más peligrosos. Peor aún, como no basta con el glifosato, aquí se utiliza el herbicida paraquat, prohibido en Europa por tóxico. El Gobierno norteamericano dice que el paraquat es sólo moderadamente tóxico, porque se lo usa muy diluido en agua. ¿Quién dice que la perrada lo usa así? De ser usado así, los campesinos no huirían de las fumigaciones como de la peste.
Fuente: http://www.ultimahora.com/notas/358516-Superyuyos