El Segundo Taller de Soberanía Alimentaria -realizado con el apoyo de AECID en el marco del proyecto Promoción del Derecho a la Alimentación- se desarrolló el día 4 de julio, en la ciudad de Pilar, Departamento de Ñeembucú.
El taller se desarrolló en el local del Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS), en el centro urbano de la ciudad, y contó con la participación de 23 personas, la mayoría perteneciente a la Organización de Lucha por la Tierra (OLT).
Participaron jóvenes y adultos de varias municipalidades y comunidades del Departamento: Pilar, Belén y Tres Coronas.
Durante el encuentro se abordó el tema de la soberanía alimentaria de los pueblos, desde distintas perspectivas: desde la economía política, desde la cultura paraguaya y desde los derechos humanos. La soberanía alimentaria fue presentada como un proyecto político-económico clave para independizarse de la dominación sobre los recursos alimentarios nacionales que ejerce un oligopolio de corporaciones transnacionales vinculadas con los grandes terratenientes ganaderos y sojeros del país.
Dentro de este marco se reflexionó sobre los impactos socioambientales del modelo agroexportador capitalista reinante en el país, que fueron contrastados con los beneficios de la producción agroecológica campesina. La producción agroecológica familiar y de pequeña escala para el mercado interno, además de vigorizar a las comunidades campesinas y proteger la naturaleza de la destrucción salvaje de los monocultivos, sirve para mantener la diversidad histórica de los alimentos y sus productores en el Paraguay, resistiendo así a las fuerzas homogeneizadoras del sistema alimentario capitalista global y reivindicando el carácter particular de la cultura paraguaya.
Finalmente, el control nacional del sistema alimentario, es necesario para revertir la grave situación de desnutrición que viven los sectores populares y los pueblos indígenas del país, lo que representa una violación a sus derechos humanos. El Estado paraguayo, al no tomar medidas para democratizar el acceso a alimentos y recursos productivos de alimentos, se vuelve cómplice de esta violación sistemática del derecho a la alimentación en el país.