Trata de personas

El tráfico de personas considerado “tercer delito en generación de ingresos” en el mundo sigue creando zozobra. Muchas familias paraguayas manifiestan su inquietud por las malas práctica de personas inescrupulosas que lucran con la necesidad de la gente. Empero, cabe destacar que en la actualidad no solo las personas de escasos recursos son víctimas o posibles víctimas de la trata de personas, sino toda la población con ganas de seguir superándose ya que muchos de los tratantes prometen excelentes puestos de trabajo y buenos salarios.

Hasta el año pasado el destino principal de las víctimas era la Argentina, pero la intensificación del seguimiento y los controles de las autoridades de ambos países ha obligado a buscar nuevos destinos, y es así que hoy muchas de las personas son llevadas a Bolivia. Gracias a la denuncia que presentó la madre de una joven menor de edad, quien había recibido una oferta de trabajo en el vecino país andino, autoridades paraguayas lograron desarticular una red binacional de trata de personas.

Están detenidos en Asunción 6 integrantes de una red criminal, los bolivianos Jorge Antonio Cortés, ex mayor de la Policía Nacional de Bolivia y María Amparo Hurtado, y los paraguayos, Jorge Kraufer Jiménez, Juana Rocío Adornos, Amalia Beatriz Espínola -contacto en Paraguay para reclutar a las mujeres-, por otro lado, Marcos Cámara Rodríguez, dueño de la casa nocturna «César’s Palace» en Bolivia y un último integrante Julio César Gómez, quien niega toda vinculación con la red. Este último es coreógrafo y trabaja con modelos en nuestro país, por lo que no sería extraño que existiese vinculación con la red por su contacto con las jovencitas.

A partir de esta denuncia y la publicación por los medios de prensa de los detenidos aparecieron otras denuncias. Otra madre denunció que fueron las mismas personas quienes llevaron a su hija de 19 años y otras dos mujeres jóvenes a Bolivia para trabajar como modelos en una expo y desde el viaje no tienen noticias de las jóvenes.

A unos días de la detención de la cabecilla de la red de trata de personas con destino a Bolivia, llegó a nuestro país una jovencita de 16 años, quien se escapó de una casa nocturna de Santa Cruz de la Sierra, el “César’s Palace”, donde era retenida y obligada a prostituirse, además en el local estarían detenidas otras paraguayas en situación de esclavitud. La joven involucra a agentes de la policía nacional en el caso criminal, quienes estarían conectados con la red internacional.

A 15 días de la detención del cabecilla y otros integrantes de la red de trata de personas, autoridades nacionales aún no esclarecen el hecho lo que pone en peligro la vida de otras jóvenes, quienes aún estarían retenidas en casas nocturnas de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, ya que la detención fue y sigue publicándose en los medios de comunicación.

A pesar de las constantes denuncias por los familiares de las víctimas, y la desarticulación de las redes, autoridades nacionales en coordinación con autoridades de los países de destino no han logrado siquiera disminuir esta práctica, ya que siempre están involucrados altos funcionarios de los gobiernos de turno. Además, las autoridades nacionales no cuentan con suficientes recursos como para dar seguimiento a las denuncias, por un lado, y por otro, cabe destacar que por lo general las víctimas son expuestas a los medios de comunicación, lo que luego las hace ser discriminadas por la sociedad, ya que en última instancia son consideradas culpables y no víctimas de la situación. Por la lentitud de la justicia terminan abandonando sus denuncias para seguir buscando trabajo y de esta forma el caso queda sin denunciante y, por ende, impune.

Es importante aclarar que no siempre las mujeres van engañadas, pero eso no quiere decir que no terminen en trata, es decir, cuando son contactadas se les informa la función que cumplirían en el país de destino, mas cuando llegan a ese destino final son despojadas de sus documentos personales y encerradas, es aquí donde empieza la trata, cuando quedan en condiciones de esclavitud y explotación sin ninguna oportunidad de comunicación con sus familiares y/o amigos.
(ABC Color, La Nación, mes de setiembre de 2006).

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